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El designado presidencial Salvador Nasralla ha calificado las recientes rotaciones en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) como «otra ilegalidad» en Honduras, señalando una vez más la falta de institucionalidad en el país.
Nasralla ha expresado su preocupación por la falta de votación para cambiar el reglamento vigente de rotaciones de la presidencia de la Sala Constitucional de la CSJ, argumentando que esto es un claro intento de violar la ley.
Según él, esta acción refleja un patrón de comportamiento donde aquellos que no pueden obtener votos buscan imponer su voluntad de manera autoritaria.
El designado ha acusado directamente al expresidente Mel Zelaya de influir en las decisiones de la CSJ, destacando su papel en la supuesta manipulación de los procesos judiciales y legislativos. Nasralla ha expresado su preocupación por el posible impacto de estas acciones en las próximas elecciones de 2025, advirtiendo que poner a prueba la lealtad de ciertos magistrados podría poner en riesgo la estabilidad del país.
Además, Nasralla ha criticado la propuesta del diputado Ramón Barrios para reformar la Constitución en relación a las funciones de las Fuerzas Armadas, sugiriendo que esto también podría ser resultado de la influencia de Mel Zelaya sobre el Congreso Nacional.
En resumen, Nasralla ha enfatizado la pérdida total de institucionalidad en Honduras, donde las decisiones políticas parecen estar siendo influenciadas por intereses personales en lugar de respetar el estado de derecho.
