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A consideración del profesional del derecho, Rasel Tomé, el aumento fijado al salario mínimo no es proporcional al alto costo de la canasta básica y servicios públicos.
Con la medicación del Gobierno, el sector empresarial y los trabajadores lograron un incremento al salario mínimo que oscila entre el 4,01 y 8% (por ciento) que será retroactivo a partir del 01 de julio.
El problema que existe mencionó Tomé, es que cuando el sector empresarial genera grandes ganancias, no las comprarte o distribuye con los trabajadores, pero sí le cargan en las espaldas a la clase obrera la crisis de la pandemia de la covid-19 y de las tormentas tropicales.
“Cuando tienen grandes ganancias no se ven reflejadas en el ajuste al salario mínimo”, dijo.
Por otra parte, el también candidato a diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre), manifestó que quien está en la obligación de mantener los precios de la canasta básica es el Estado quien debe estar verificando que no haya especulación en los precios.
“Hoy podemos decirle que 300 lempiras que es más o menos el impacto del aumento, no cubre ni el incremento de la luz, mucho menos la canasta básica”, agregó el aspirante a diputado.
Es por ello que consideró que dicho incremento no es proposicional, “no era lo que se estaba esperando por parte de la clase trabajadora; estas cosas deben de cambiar, debe llegar un Gobierno con conciencia y a favor del pueblo”.
