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El Lago de Yojoa es uno de los destinos turísticos más emblemáticos de Honduras. El lugar es casi una para obligatoria para los viajeros entre San Pedro Sula y Tegucigalpa.
En la actualidad, el Lago de Yojoa es un destino abierto para la exploración y la aventura. El único lago producto de la explosión de un volcán en Honduras, es el lugar ideal para el ecoturismo, observar aves, conectar con la naturaleza, observar la flora y la fauna, además de degustar de la gastronomía que ofrecen los negocios locales.
Los visitantes tienen todo un conjunto de opciones para disfrutar en el Lago de Yojoa y sus alrededores.
“El Lago siempre se ha considerado como un sitio de paso. El gancho principal de la zona es la gastronomía. La gente para, come y después de vuelta al camino”, comentó Víctor Manuel Ortíz, oficial de Turismo en la Mancomunidad del Lago de Yojoa.
Como consecuencia de la pandemia de Covid-19, la oferta turística del lugar tuvo que reinventarse y así afrontar la nueva realidad.
“Una de las dichas es que, en el Lago, como área protegida o distrito turístico, casi la mayoría de los atractivos son de tipo natural, es decir, al aire libre y unos pocos son de tipo cultural, específicamente hablando sobre el tema arqueológico Lenca”, añadió Ortíz.
La oferta turística del lago incluye el senderismo, avistamiento de aves, ciclismo, canopy, paseos en lancha o caballo, más actividades extremas como montañismo o un poco menos conocidas y desarrolladas en Honduras como barranquismo y tubing.
“Hay ciertos atractivos escondidos con potencial. Es el momento para diversificar el producto y es en lo que se está trabajando”, puntualizó Ortíz, quien también es fundador de Yojoa Adventure Service, un emprendimiento dedicado a ofrecer paquetes de aventura en las riberas del lago.