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Tegucigalpa, Honduras.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, descartó este miércoles que la crisis por corrupción que enfrenta su gobierno afecte las posibilidades de un plan de desarrollo para Centroamérica en el Congreso estadounidense, que debe aprobar su financiación.
Hernández señaló que “no le miro mayor complicación” a que el Senado y la Cámara de Representantes aprueben la llamada “Alianza para la Prosperidad”, una iniciativa para atacar la pobreza y la violencia que provocan la migración ilegal de menores desde Guatemala, El Salvador y Honduras.
“Los senadores y congresistas que han ido a Honduras y se han empapado de cómo se están manejando las cosas tienen las ideas muy claras”, dijo en una entrevista con tres agencias de noticias.
El mandatario hondureño viajó a Washington para reunirse con el nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, y con el vicepresidente estadounidense, Joe Biden.
Con Biden discutirá entre otros temas la “Alianza para la Prosperidad”, que cuenta con el apoyo de la Casa Blanca.
El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió al Congreso mil millones de dólares para el programa, pero la mayoría del opositor Partido Republicano ha expresado reticencias para aprobar los recursos.
Al respecto, Honduras entregará por primera vez los detalles del plan a los principales líderes de la Cámara de Representantes y el Senado, dijo Hernández.
Una Centroamérica próspera y en paz “es una tremenda inversión para el pueblo estadounidense” y “esperaría que los líderes en Washington entiendan eso, en el mejor interés de Estados Unidos y Centroamérica”.
“Al final no es tanto el dinero, es el mensaje que Estados Unidos reconozca la responsabilidad de la generación de violencia y migración a consecuencia del tráfico de drogas en la región”, afirmó.
Con Biden también evaluará la posibilidad de construir un gasoducto desde México a Centroamérica con ayuda estadounidense.