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Costa Rica anunció este miércoles su primera Política Nacional de Saneamiento en Aguas Residuales de largo plazo (2016-2045), la cual tiene una inversión de 520 millones de dólares en obras de infraestructura.
El Ministerio de Salud informó en un comunicado de que las bajas coberturas de alcantarillado sanitario y el poco tratamiento de las aguas residuales en zonas urbanas han permitido que los recursos hídricos del país se encuentren en peligro y pongan en riesgo la salud de la población.
«Costa Rica debe tener una ruta clara para el saneamiento de las aguas residuales, la cual permita seguir estableciendo las bases necesarias que le den a la ciudadanía la certeza de que las instituciones tienen claridad de cómo atender y resolver problemas que tienen incidencia directa con su salud, bienestar y calidad de vida», indicó el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís.
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La política de saneamiento incluye el trabajo del Ministerio de Ambiente y Energía, el de Salud, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, así como de los municipios, Asociaciones Administradoras de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios, y de las universidades.
«Frente al atraso en el tratamiento de aguas residuales a partir de ahora se marca el inicio de cambios estructurales que asegurarán la calidad de vida de los habitantes del país», indicó la presidenta Ejecutiva de Acueductos y Alcantarillados (AyA), Yamileth Astorga.
La normativa permitirá el fortalecimiento institucional e impulsará la ejecución de obras de infraestructura en el Gran Área Metropolitana, así como en las localidades de Nicoya y Playas del Coco, en la provincia de Guanacaste (Pacífico norte); Jacó, Quepos, Golfito, en Puntarenas (Pacífico central) y en Puerto Viejo, Moín, y Limón (Caribe).