Putin gana las elecciones presidenciales rusas con su mayor margen de victoria hasta la fecha
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El presidente ruso, Vladímir Putin, ha asegurado su permanencia en el Kremlin hasta 2030 tras alcanzar una abrumadora victoria en las elecciones del domingo, marcando su mayor margen de victoria electoral desde que asumió el poder.
Con un impresionante 87,2 % de los votos a su favor, diez puntos por encima de su última elección en 2018, Putin ha consolidado su posición dominante en la política rusa durante las últimas décadas.
Estas elecciones, que marcan las octavas presidenciales en la historia de Rusia desde 1991, fueron llevadas a cabo durante tres días de votación.
La contienda electoral estuvo marcada por la ausencia de candidatos opositores significativos, y tanto Ucrania como las potencias occidentales denunciaron irregularidades, incluyendo la falta de competencia real y la votación ilegal en las regiones ucranianas ocupadas por Rusia.
Con más de 98 millones de votos emitidos a su favor, de un total de 112 millones convocados a las urnas, Putin ha asegurado un quinto mandato en el Kremlin. El incremento del número de votantes, especialmente de las regiones ucranianas anexadas, ha sido señalado como un factor que benefició su victoria.
La oposición al Kremlin se vio obstaculizada en su participación en los comicios, con la Comisión Electoral Central (CEC) rechazando el registro de varios candidatos, mientras que aquellos que abogaban por la paz en Ucrania eran considerados inaceptables por el régimen.
El proceso electoral estuvo marcado por acusaciones de fraude y manipulación, aunque la CEC negó la existencia de irregularidades graves. La movilización en apoyo a Putin se comparó con las tácticas de la era soviética, con altos niveles de participación que se espera que alcancen un máximo histórico desde las primeras elecciones presidenciales directas en 1991.
A pesar de la represión y las advertencias del gobierno, la disidencia organizó manifestaciones pacíficas en toda Rusia bajo el lema «Mediodía contra Putin», expresando su descontento tanto con el Kremlin como con la campaña militar en curso en Ucrania.
El resultado de estas elecciones refuerza la posición de Putin en la escena política nacional e internacional, lo que podría tener repercusiones significativas en las relaciones entre Rusia y Occidente en los próximos años.
