Presidente del CN: “Abro mis brazos a todas las fuerzas políticas para que diseñemos el camino que debemos recorrer”

Tegucigalpa, Honduras

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El presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, dijo este jueves, durante el lanzamiento del programa de evangelización mundial Capitol Ministries, “Reitero mi compromiso con Honduras, con su presente y su futuro y abro mis brazos para todas las fuerzas políticas, sociales y productivas del país para que en torno a la misma mesa concertemos el diseño del camino que debemos recorrer de la mano del hermano hondureño”.

A continuación, el discurso íntegro del titular del Poder Legislativo de Honduras.

SEÑORAS Y SEÑORES:

Era tarde ya y los discípulos desbordados por el gentío acudieron al maestro con el argumento de que había necesidad de comida y solo contaban con cinco panes y dos peces.

Jesús, quieto y compasivo, podía haber provocado la maravillosa multiplicación con solo ordenarlo. pero lo primero que pidió a sus colaboradores fue que le pidieran a la gente que se sentara.

Nos enseñó esa tarde que antes de la bendición hay que poner orden.

Esa linda lección que recogen los evangelios debe ser fundamento para nuestras vidas en todos los campos y mucho más cuando dedicamos nuestros talentos al servicio de los demás, como es el caso de nosotros los que legislamos.

Legislar es precisamente poner orden, para que fluya la prosperidad y el desarrollo de nuestros pueblos, el avance de nuestras naciones.

Consciente de ello, esta mañana, mi esposa rina y yo, nos regocijamos al recibir en la sede del poder legislativo de honduras a todos ustedes, estimados amigos, estimados hermanos, con motivo del lanzamiento del programa de capitol ministries entre nosotros.

Les damos la cordial bienvenida porque sabemos que este ministerio, concebido en el corazón de dios y ejecutado a través de sus siervos ralph y danielle drollinger, tiene el sabio propósito de aportar luz, sabiduría y templanza a la mente y al corazón de los servidores públicos que, a través de la política, alcanzamos cargos en los poderes del estado.

Reconocemos que se mantienen al margen de la política pero les interesa incidir en el corazón de los políticos en el entendido de que “cuando los corazones estan bien, las leyes estarán bien”.

Permítanme compartirles que son esos valores que nos reunen hoy, los que han impulsado siempre nuestras acciones al servicio de los demás.

Desde muy joven elegí una carrera universitaria comprometido con el dolor ajeno y una conducta política de servicio al país pensando en el más necesitado, en la viuda, en el paralítico de la puerta la hermosa, en el ciego de betsaida, en el emigrante y en fin, en todos los hermanos que necesitan que los alcancen los milagros de la democracia, que solo se logran si primero establecemos orden.

Orden institucional, orden legal, orden social, económico y político, como el que impulsamos y deseamos seguir impulsando con mayor denuedo desde estas tribunas que nos ha designado el supremo por intermedio del pueblo.

Reconocemos que nuestra población se acoge a distintas profesiones de fe, pero ama y honra a un mismo dios, eterno y compasivo, poderoso en batalla y grande en misericordia.

Queremos que cada uno de nuestros actos tengan su dirección y por eso oramos al inicio de nuestras sesiones plenarias, queremos que siga siendo nuestro guía e inspiración para que haya orden en nuestra casa y provisión para nuestro querido pueblo.

Les deseo el mejor de los sucesos en estos encuentros semanales que en buena hora nos mueven a la reflexión, a la reconciliación y al buen ánimo con el que debemos enfrentar la dificil tarea de legislar.

Reitero mi compromiso con honduras, con su presente y su futuro y abro mis brazos para todas las fuerzas políticas, sociales y productivas del país para que en torno a la misma mesa concertemos el diseño del camino que debemos recorrer de la mano del hermano hondureño y bajo la inspiración del maestro jesús que llamaba a Jerusalén a juntar a sus hijos, como la gallina junta a sus polluelos debajo de sus alas.

Un saludo a todos inspirados en la lección de aquella tarde, cuando después del orden vino tal abundancia que sobraron doce canastas rebosantes de prosperidad para el pueblo.

Que dios les bendiga a todos.

Muchas gracias.

 

 

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