Recibe actualizaciones en tiempo real directamente en tu dispositivo, suscríbete ahora.
Estados Unidos
La opinión pública estadounidense no ha visto con mucho agrado las imágenes de Barack Obama fotografiándose con la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, durante el funeral de Nelson Mandela.
Muchas voces en las redes sociales describieron la actitud del presidente de Estados Unidos como la de un niño aburrido en una reunión del colegio y lo consideraron un comportamiento impropio para el funeral de un líder mundial.
Hacerse una “selfie” término utilizado en inglés para las autofotos que se hacen con teléfonos inteligentes y luego se cuelgan en internet se ha convertido en una moda de los famosos, pero nadie esperaba que también llegara a la Casa Blanca.
“¿Podéis creerlo? Obama tomándose fotos a si mismo en el memorial de Nelson Mandela”, comentó el conservador Rush Limbaugh en su seguido programa de radio. La Fox también y algunos shows nocturnos de televisión también sacaron punta al asunto.
Sin hacer sangre
La atención de los medios se centró más en la conducta misma de Obama que en las caras que ofrecía su esposa Michelle.
No es que la relación matrimonial del presidente se considere una cuestión de estado en EE.UU., pero en general los comentaristas no quisieron hacer sangre.
Ni “The New York Times” ni “The Wall Street Journal” publicaron en sus ediciones impresas fotos de Obama con Thorning-Schmidt, ocupándose únicamente del otro de los sucesos más comentados del funeral, el apretón de manos que Obama ofreció al presidente cubano, Raúl Castro.
Sí hizo mención “The Washington Post”, para el que tanto ese saludo como las bromas de Obama con la primera ministra danesa fueran una “distracción” del mensaje que el presidente quería transmitir.
De hecho se habló más de esos dos episodios, no previstos, que del estudiado discurso que ofreció Obama.
Aunque no se hizo eco del “flirtreo” fotográfico del presidente, “The Wall Street Journal” publicó un reportaje sobre la moda del “selfie”.
Por su parte la revista “The Atlantic” quiso precisar que el acto no fue propiamente eso, pues el término “selfie” se reserva para fotos que se toma uno mismo para colgar en internet, y ese no era propiamente el propósito de Obama y su acompañante.