Llegan 85 compatriotas al CAMR sampedrano

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Autoridades del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) y organismos no gubernamentales recibieron este miércoles en el Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula a 85 compatriotas que fueron retornados de Estados Unidos por las autoridades de migración de dicho país.

A su arribo al territorio nacional, y luego de recibir asistencia por parte del Gobierno de Honduras, que consiste en ayuda económica y orientación para volver a su hogar, los compatriotas relataron el agotador camino que les tocó cruzar y cómo la búsqueda del ‘sueño americano’ es una verdadera pesadilla.

Se siente el dolor

Doris Pacheco Hernández, de 19 años y nativa de Tocoa (Colón), contó que estuvo más de 20 días detenida en Estados Unidos y durante los nueve días que duró su recorrido hacia el norte le tocó ver episodios que jamás podrá borrar de su cabeza.

«Se siente temor al pasar el río, porque en el momento que se va en el grupo ya en el río, ya para llegar al otro lado, te tiran; ahí se tiene la opción de caer al río o caer al lodo. Yo me hice caer al lodo por no mojarme; entonces, da mucho temor porque al momento que suben todas las personas al neumático suben muchas y cada vez el neumático se le sale el aire», indicó Doris con voz entrecortada.

«Algo que nunca olvidaré en este odisea es que a una muchacha le ahogaron el bebé porque iba llorando mucho. Uno se conmueve al ver esos actos, pero uno tiene que ser fuerte en esos momentos porque ahí es la decisión de cada guía; ahí no se puede reaccionar porque puede perder su vida también”, agregó.

“Se siente dolor al ver otra persona, tal vez hasta del mismo país, que le hagan ese tipo de cosas. Uno se siente conmovido al verlos en la derrota. Uno siente lo mismo», dijo Doris.

Es muy duro llegar a Estados Unidos

José González (18), originario de Choloma (Cortés) y detenido en el estado de Texas, regresó al país con sus pertenencias dentro de una bolsa y declaró que «el proceso fue difícil, es muy dura la vida para llegar a los Estados Unidos, se sufre mucho”.

“Íbamos con otras personas, no en caravana pero sí con un grupo pequeño de personas que no conocemos; es muy difícil, se sufre en esos caminos porque se lleva la vida arriesgada en todo», manifestó.

«Durante el camino miré muchos niños que sufrían, aguantaban hambre, unos dormían en la calle, en el piso… La verdad, es muy duro», añadió González.

Afirmó que «el sueño americano es difícil lograrlo porque se sufre mucho en esos caminos. Está duro, pero si se atreven que Dios los guarde y los cuide porque ahí son 2 cosas: la muerte, pasa o viene”.

“Estoy alegre de regresar y, pues, ahora espero estudiar o trabajar si Dios lo permite; primeramente espero conseguir un trabajo. Ahora está difícil, no pienso moverme de aquí», finalizó el joven mientras se preparaba para ir nuevamente a su casa en los bajos de Choloma.

Importante

Una de las funciones del CAMR en conjunto con instituciones como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Fondo Noruego y la Comisión de Acción Social Menonita (CASM) es suplir las necesidades inmediatas de los migrantes retornados, como alimentación, transporte, kit de aseo personal y llamadas telefónicas para comunicarse con sus familias.

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