La CICIH “no tendrá efecto” en la persecución del delito de corrupción como querellante adhesivo

Carlos Arévalo, analista político, ha expresado su opinión sobre el estado actual de la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad (CICIH) en Honduras, destacando la posibilidad de que esta entidad opere en el país únicamente como querellante adhesivo, debido a la falta de consenso en el Congreso Nacional para implementar las reformas necesarias.

Según Arévalo, esta modalidad no tendría un efecto significativo en la persecución del delito de corrupción, ya que la Procuraduría General de la República (PGR) o el Ministerio Público (MP) pueden ejercer querellas sin necesidad de la intervención de la CICIH. Lo que los hondureños realmente desean, afirma el analista, es la presencia de un organismo internacional que respalde una investigación exhaustiva y amplia en colaboración con el MP, con facultades constitucionales para emprender acciones penales contra funcionarios corruptos.

Arévalo compara la posible actuación de la CICIH como querellante adhesivo con la labor realizada por la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), sugiriendo que esta medida no representaría un avance significativo en la lucha contra la corrupción en el país. Responsabiliza al Poder Legislativo por el estancamiento en este tema, señalando la falta de acuerdo entre los diputados como un obstáculo fundamental.

Las recientes declaraciones del secretario del Congreso Nacional, Carlos Zelaya, han generado preocupación sobre el retraso en el proceso de instalación de la CICIH, lo que ha motivado reacciones tanto de parlamentarios como de analistas locales. Con el final del mandato de Xiomara Castro acercándose, parece improbable que se cumpla una de sus principales promesas de campaña debido a los obstáculos en el Legislativo para derogar y crear los decretos solicitados por la ONU.