José Raúl Mulino asume la Presidencia de Panamá con un llamado a la unidad nacional
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José Raúl Mulino, de 65 años, juró este lunes como Presidente de Panamá para el período 2024-2029 en una ceremonia celebrada en la capital panameña, ante una audiencia que incluyó a destacados líderes internacionales y representantes gubernamentales.
Mulino, quien obtuvo más del 34 % de los votos en las elecciones del pasado 5 de mayo, fue investido con la banda presidencial por la nueva presidenta de la Asamblea Nacional (AN), la diputada Dana Castañeda, miembro de su mismo partido, Realzando Metas (RM).
“Juro a Dios y a la Patria cumplir y hacer cumplir la ley y la Constitución”, declaró Mulino visiblemente emocionado, acompañado de su esposa y primera dama, Maricel Cohen de Mulino.
El camino hacia la presidencia fue marcado por una campaña electoral desafiante, donde Mulino inicialmente se postuló como vicepresidente de la fórmula liderada por el exmandatario Ricardo Martinelli. Sin embargo, asumió la candidatura presidencial tras la inhabilitación de Martinelli por corrupción, quien actualmente se encuentra asilado en la Embajada de Nicaragua en Panamá.
A pesar de su contundente victoria presidencial, la elección parlamentaria mostró una distribución más fragmentada. El partido RM, fundado por Martinelli tras perder el control de su formación original, se alió con partidos tradicionales para asegurar la dirección del Parlamento, obteniendo la presidencia, la segunda vicepresidencia y la secretaría general, mientras que la primera vicepresidencia quedó en manos del CD.
Un hecho histórico en esta legislatura es el surgimiento de los independientes como la primera minoría parlamentaria con 20 escaños, significativamente más que los 5 que tenían en la legislatura anterior. En contraste, partidos tradicionales como el PRD y el CD experimentaron una disminución en su representación.
Mulino, consciente de la diversidad del nuevo parlamento, ha iniciado diálogos con todas las bancadas como parte de su estrategia para abordar los desafíos nacionales, que incluyen la reactivación económica, la crisis del sistema de pensiones, la gestión hídrica del canal de Panamá, la migración irregular y la controversia minera.
