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El domingo, guardabosques mataron a tiros a dos cocodrilos de agua salada en el Parque Nacional Kakadu en el Territorio del Norte, luego de buscar durante toda la noche a un hombre de 62 años que supuestamente había sido atacado en una poza en South Alligator River la tarde anterior.
Uno de los cocodrilos, que medía aproximadamente 4,7 metros, contenía restos humanos, indicaron los oficiales de la policía el domingo. Una declaración en la página de Facebook de la Fuerza Policial del Territorio del Norte informaba que el cuerpo e la víctima había sido recuperado, y que se prepararía un informe para el forense.
El hombre había estado pescando con su hijo, esposa y nuera cuando ocurrió el incidente, dijo el sargento de la policía del Territorio del Norte, Andrew Hocking. La familia de la víctima presenció el ataque, pero no pudieron salvarlo.
Debido a que hay poca señal de celular en gran parte de la región remota, la esposa y nuera del hombre viajaron dos horas en auto para informar a las autoridades sobre el ataque, según Northern Territory News.
Oficiales de la policía y guardabosques realizaron una búsqueda en el área con helicópteros y barcos durante el fin de semana, y encontraron dos cocodrilos grandes a más o menos 1,5 kilómetros de donde el hombre fue visto por última vez, según Hocking.
La policía aún no ha dado a conocer el nombre de la víctima.
«Este es un evento trágico, y nuestros pensamientos están con la familia durante este tiempo tan difícil», dijo el comandante Bruce Porter del Comando del Norte.
Un experto en cocodrilos, Grahame Webb, dijo que era inusual que los reptiles atacaran en esta época del año, ya que rara vez están activos durante los meses más frescos, informaron los medios de comunicación locales.
«Tienden a movilizarse mucho más cuando hace calor… y ahí es cuando son más peligrosos», dijo.
Las aguas infestadas de cocodrilos del Parque Nacional Kakadu hacen que sea un área evidentemente peligrosa para los humanos. Pero la mayoría de ataques involucran a nadadores, no personas en botes, según un estudio publicado en la revista Wilderness & Environmental Medicine.
En enero, un niño de 12 años murió al ser atacado por un cocodrilo mientras nadaba con sus amigos en una poza cerca de Mudginberri.