Tegucigalpa, Honduras.
Autoridades del estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), en un informe divulgado, revelaron que hasta ahora los tribunales de justicia hondureño encontraron culpables a 6 personas de ultimar a cuatro periodistas de los 40 que han muerto desde el año 2003.
Los tribunales de justicia hondureño encontraron culpable al homicida del periodista Jorge “Giorgino” Orellana y a uno de los implicados en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.
Además, fueron declarados culpables con sentencia definitiva el victimario del comunicador social Héctor Francisco Medina Polanco y tres personas vinculadas en el secuestro agravado contra el periodista Alfredo Villatoro.
Ramón Custodio, titular del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, es del criterio que la condena a los responsables de la muerte de Alfredo Villatoro es un ejemplo del trabajo permanente que hay en contra de la impunidad.
Custodio no ocultó su satisfacción y admitió haber participado en las investigaciones iniciales del caso.
Comentó lo difícil que es establecer si los señores declarados culpables estaban cumpliendo o habían vendido sus servicios para secuestrar al periodista Alfredo Villatoro o no.
Agregó que si hay autores intelectuales “nosotros quedaremos insatisfechos hasta que la autoría intelectual también sea sancionada por la Ley en debida forma.
Garantizar la seguridad e integridad de los periodistas debe ser permanente
Custodio es del criterio que el pueblo hondureño debe exigir seguridad, protección y ser solidario con los miembros del gremio de periodistas y los medios ya que, en la actualidad, ejercen la libertad de pensamiento y de expresión, en condiciones de alto riesgo.
Así lo permiten afirmar, dijo Custodio, los 40 periodistas y comunicadores muertos en Honduras, en el cumplimiento del deber vocacional y profesional, las casi un centenar de victimas de amenazas a muerte, los casos de persecución, los atentados y los secuestros de los que han sido víctimas algunos de ellos.
Según el ombudsman hondureño “todavía podemos proteger a los que no han sido víctimas, por informar sobre la verdad de los hechos, garantizando su seguridad e integridad”.