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Valiente, luchadora, bailarina, alegre y una educadora popular, son las palabras que mejor definen a la mujer de la “cero casacas”, Doris Alejandrina Gutiérrez, que en los últimos tiempos se ha convertido en un respaldo para miles de madres solteras que encuentran en ella una ayuda para sacar adelante a sus hijos.
Gutiérrez quién actualmente ocupa la séptima regiduría en la Alcaldía Municipal del Distrito Central, se ha destacado en el mundo político por ser una mujer sin “tapujos” y no andar con “rodeos” al momento de expresar sus puntos de vista.
Bajo su enfoque político de tratar de ayudar a la gente buscando alternativas y no engañar a nadie, nace la frase con Doris Gutiérrez “cero casacas”, dicho que utilizó en la campaña anterior y que hasta el momento es la frase más popular que la identifica.
El respaldo que ha dado a las mujeres sobretodo madres solteras durante su cargo como regidora en la alcaldía de la capital, ha logrado ganarse el cariño y la admiración de gran parte del pueblo hondureño.
“Nosotros también venimos de allí sabemos lo que es para una madre soltera levantarse cada mañana y no saber cómo darle alimento a sus hijos, por eso nosotros hemos orientado nuestro trabajo hacia la capacitación a través de educación no formal”, sostuvo.
Para esta mujer política la educación es el mejor regalo que un gobierno le puede dar a su pueblo, “no es dándole 800 lempiras al mes, no digo que eso sea malo, pero si no se capacita, que eleve su autoestima, que sea mejor persona o mejor mujer, nada estamos haciendo”, afirmó.
INFANCIA
Esta destacada mujer hondureña nació en Comayagüela un 21 de agosto de 1947, creció en un hogar pobre y al lado de una madre soltera que siempre dio lo mejor para sacarla adelante, pero eso no le impidió tener una buena infancia.
“Lo que más recuerdo de mi infancia eran las navidades”, nos contó con una sonrisa en su rostro.
Recordó que “las navidades eran muy bonitas, porque tenía un tío que se llamaba Rafael que era como mi padre y él todos los años era embarcado y me mandaba los regalos de navidad, una muñeca preciosa que todavía me recuerdo de ella vestida de amarillo y que cerraba los ojitos y también un pianito un teléfono y otras cosas”, recordó.
Entre la pobreza y los juguetes que le enviaba su tío en las navidades, Gutiérrez, desde niña se destacó por ser una buena estudiante y egresó con honores de la Escuela José Trinidad Reyes donde realizó sus estudios hasta tercer grado y de la Escuela José Cecilio del Valle, donde terminó su primaria con excelentes notas.
Su formación académica continuó en el instituto Central Vicente Cáceres donde realizó su secundaria y estando ahí una amiga de su mamá le consiguió una media beca para estudiar en el Instituto Sagrado Corazón, un colegio de niñas que tenían muchas posibilidades, donde se graduó de maestra de primaria con un índice de 99%.
“Luego entre a la Escuela Superior de Profesorado, la Universidad Pedagógica Francisco Morazán (UPFM), donde obtuvo el título de licenciada en Ciencias de la Educación y fui condecorada como la mejor estudiante de mi área y de toda la universidad”, señaló.
“No me gustaba ser una alumna del montón o pasar con un 60 de promedio”, dijo.
Luego de que culminó sus estudios en la escuela superior, se caso y procreo tres hijos varones, pero eso no le impidió para seguir preparándose como persona y aun con sus responsabilidades, estudio Contaduría Pública en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) donde aunque no egreso con un promedio de 90% como de costumbre su promedio fue de un 80%.
Actualmente está por egresar de la carrera de derecho en la Universidad Tecnología de Honduras (UTH) ejerciendo su práctica profesional, finalizando y obteniendo su titulo a finales de este año con un promedio de 82.5%.
“Con grandes dificultades porque ya siendo diputada y regidora hay mucho trabajo que hacer, pero así siempre me ha gustado el estudio”, exteriorizó la regidora.
LIDER JUVENIL
Además de ser una buena estudiante Doris siempre se destacó como una líder en varios grupos juveniles, religiosos, sociales y estudiantiles.
Su madures y su actitud a sus 18 años la llevó a convertirse en miembro del patronato de su comunidad, sin pensar que esa sería su primera escala para más adelante ocupar importantes puestos públicos al servicio del pueblo.
“Siempre me moví en las organizaciones sociales, religiosas y las organizaciones estudiantiles y profesionales lo que me permitió desarrollarme y estar más de cerca de las necesidades del pueblo”, agregó la ahora regidora.
SUS PRIMEROS PASOS EN LA POLÍTICA
Sus primeros pasos en la política comenzaron cuando siendo educadora formo parte de la Central de Trabajadores del Campo (CTC) coordino el programa educativo de ellos y ganaron los primeros lugares e inclusive recibieron un premio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (Unesco).
“Nosotros nos metimos en la onda de Pablo freire, que era un educador que ejercía su profesión basada en la realidad de la gente, basada en los problemas y las necesidades de la gente, les enseñamos a leer y a escribir de acuerdo a su problemática, en su producción”, sostuvo.
Detalló que “luego la gente misma nos empezó a decir que estamos hablando de una educación liberal, pero no teníamos una opción política y la única opción era la de los mismos partidos tradicionales entonces de ahí surgió una organización que se llamaba Movimiento Ciudadano Hondureño”.
En ese movimiento formaron parte varios destacados personajes hondureños como Héctor Hernández, Matías Funes, Rafael Alegría, entre otros, “era un movimiento amplio”.
De cara al proceso electoral de 1997 comenzó su primera travesía en la política, “fuimos a buscar alianzas con los partidos nuevos, como el PINU, la DC, ellos nos dijeron que si pero a la hora de la hora no llegaron”, por lo que decidieron acudir a la UD que en ese entonces no era un partido político, era nada más una organización por un decreto que se había firmado nada más por Esquipula 2.
“Fue así como entramos al primer proceso electoral en 1997 y logramos una diputación de suplente con Matías Funes”, recordó.
Pero al llegar a ocupar un cargo público no fue tan fácil, “fue bastante difícil entrar al mundo del Congreso sin saber nada, un poco me temblaban las faldas, porque ahí no sabía ni como pedir la palabra y como a los seis meses el licenciado Matías Funes se enfermo gravemente de una hepatitis y me toco a mi asumir la responsabilidad”.
“Nos toco participar en leyes bien complicadas pero ahí fuimos aprendiendo y logramos ser reelectos por dos periodos más”.
Luego en el pasado proceso electoral decidió separarse de la UD, por estar en desacuerdo por muchas cosas que estaban sucediendo dentro del partido, por lo que opto a una candidatura independiente más que todo auspiciada por mujeres, pero aunque no logro alcanzar su aspiración logro la séptima regiduría de esa dependencia.
OBSTÁCULOS POR SER MUJER
En su vida política ser mujer ha sido un obstáculo tanto en el interior del partido UD como en el mismo Congreso Nacional, “no nos daban la palabra se reían de nosotros, una vez nos tuvimos que amarrar la boca en señal de protesta”.
“Aquí mismo en la regiduría municipal manejamos la independencia y eso hace que nuestras propuestas no sean tomadas en cuenta, o que tengamos que votar en contra, muchas veces sola o con el regidor Andino, porque aquí es una sola plancha quién vota a favor que incluso van contra la Ley”, arguyó.
No obstante, para Gutiérrez para enfrentar estos obstáculos han habido tres factores importantes en su vida, “uno la ayuda de Dios, la ayuda del pueblo particularmente de las mujeres y tres porque nos sentimos valientes en el sentido de que no vamos a votar jamás a favor de algo ilegal, a favor de asuntos que van en contra del pueblo o por actos que van vinculados por la corrupción”.
“Esa fortaleza interna es la que nos mantiene en estas posiciones que muchas veces son posiciones no aprobadas y criticadas, pero les juro que cada voto que dimos en el Congreso a favor, en contra o de abstención y aquí en la alcaldía, lo hemos hecho de manera responsable”, concluyó.
