Este miércoles el FC Bacelona se medirá frente al Olympiacos con la amenaza de ser utilizado el estadio Camp Nou como plataforma para los independentistas para trasladar a la opinión pública su protesta a raíz del encarcelamiento de dos de sus líderes, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
En el Camp Nou, donde se recibió la proposición y se contestó con un compromiso de estudiarla, la incomodidad es evidente. No se olvida lo sucedido el 1 de octubre, cuando se decidió jugar el partido frente a Las Palmas a puerta cerrada, con la polémica que todo ello provocó tanto alrededor del club como en el fútbol español.
Los colectivos independentistas presionaron entonces para que no se disputase aquel encuentro de Liga y esta vez, además de mostrar las pancartas habituales a favor de la independencia de Cataluña, aumentarán la temperatura ambiente, por más que el Barça se sabe limitado por la UEFA, tal como ya ha trasladado a dichos colectivos.