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La epidemióloga, Roxana Araujo, estimó que un 80 por ciento de la población hondureña, prácticamente ha dejado de usar la mascarilla, una conducta que se observa en las principales ciudades.
Después de tres años que el COVID-19 llegó a Honduras cumpliendo medidas de bioseguridad, tuvieron que servir de lección para mantener un cuidado, señaló.
Por la vacunación y la evolución del virus, son bajos los casos que terminan en hospitalizaciones.
La epidemióloga recomendó mantener el lavado constante de manos, uso de gel como medidas que la población puede mantener de forma voluntaria, así como usar la mascarilla cuando se esté enfermo o en lugares de alta contaminación.
El Comité de COVID-19 de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), recomendó a las autoridades hondureñas, eliminar el uso obligatorio de la mascarilla en lugares cerrados.
Señaló que se ha disminuido el número de casos y muertes por COVID-19 a nivel nacional e internacional, más la alta cobertura de vacunación a nivel comunitario.
Asimismo, pidió a las personas que presentan sintomatología compatible con una infección respiratoria aguda y con factores de riesgo vulnerable de adquirir la enfermedad que utilicen de manera responsable la mascarilla.
El Comité indicó que las mascarillas deben ser obligatorias para el personal de los centros y establecimientos sanitarios y para los visitantes. Además, sugirió seguir realizando la vigilancia epidemiológica ante posibles escenarios de rebrotes de casos del coronavirus.
