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El presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Norteños de Honduras (Fesitranh), José Dolores Valenzuela, ha expresado su preocupación por la creciente brecha entre los salarios mínimos de los hondureños y los precios en los alimentos de la canasta básica.
«Existe un desequilibrio tremendo entre los salarios y los precios, y esto nos preocupa porque los productos de la canasta básica siguen aumentando y no tenemos capacidad de compra suficiente», lamentó Valenzuela.
Según sus declaraciones, los trabajadores han perdido todo y sus ingresos apenas alcanzan para «medio comer», ya que también deben cubrir otras necesidades básicas como la salud y la educación de los niños.
Ante esta situación, el líder sindical urgió a realizar un ajuste al salario mínimo para brindar un alivio a los trabajadores, aunque reconoció que esto no resolverá completamente el problema.
Valenzuela reveló que han solicitado un aumento del 10 por ciento como mínimo, pero los empresarios no han ofrecido más del 5 por ciento durante las negociaciones.
«Aunque entendemos que los empresarios tienen sus motivos, los trabajadores también tienen razones para pedir más, porque ya no alcanza», afirmó.
Según Valenzuela, el costo de la canasta básica es de 17 mil lempiras para una familia de cinco personas, lo que representa una carga insostenible para aquellos hogares donde solo un miembro trabaja. La situación es aún más preocupante cuando ningún miembro de la familia está empleado.
Independientemente del aumento que se acuerde, el sindicato espera que se implemente lo antes posible para aliviar la difícil situación económica de los trabajadores hondureños.
