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La reciente renuncia del Dr. Carlos Aguilar de su cargo como director del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) ha causado un gran revuelo y malestar en la comunidad médica y en la población en general. La doctora Ligia Ramos, diputada independiente del Congreso Nacional, expresó su descontento y preocupación por la situación actual del instituto.
«El doctor Aguilar tomó la decisión de separarse del cargo. No creo que haya sido por falta de capacidad, sino porque encontró un ambiente político desfavorable y falta de apoyo», declaró Ramos. «Estoy segura de que prefirió renunciar antes que llevar a cabo una gestión que no favorecía al seguro social», agregó.
La doctora Ramos resaltó el descontento que esta situación ha generado dentro del IHSS y en la población hondureña, señalando la inacción del gobierno en realizar cambios significativos en la Secretaría de Salud. «Pensábamos que con la nueva ministra habría cambios, pero desgraciadamente se han manejado situaciones de nepotismo que no esperábamos», añadió.
Ramos también denunció la falta de una política de estado clara en materia de salud y mencionó irregularidades en la junta directiva del IHSS. «Hay denuncias de que la junta directiva intentó lucrarse aumentando sus salarios y utilizando los fondos del seguro social de manera indebida», comentó. Asimismo, señaló que a menudo no se permite a los directores trabajar de manera técnica debido a la falta de voluntad política por parte del Ejecutivo.
La renuncia del Dr. Aguilar y las acusaciones de mala gestión en el IHSS subrayan la necesidad urgente de reformas y una mayor transparencia en la administración de la salud pública en Honduras. Ramos hizo un llamado al gobierno para que tome medidas concretas y efectivas para mejorar la situación del seguro social y garantizar una gestión adecuada y ética en el sector salud.
Esta situación ha generado preocupación y desconfianza entre la población, que demanda una respuesta y acciones contundentes para asegurar el buen funcionamiento del IHSS y la atención de calidad que merecen los derechohabientes.
