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El analista político y económico, Carlos Urbizo Solís, consideró que las remesas, aunque aparentemente sea algo bueno para el país, no son sinónimo de excelentes condiciones económicas en los hogares hondureños.
“Todo mundo aplaude, pero hay un componente que hay que repensarlo, pues resulta que esas remesas crecen porque más gente se pudo haber ido del territorio”, acotó.
Urbizo Solís refirió que entre más empeora la situación en el país, crece el esfuerzo de los hondureños por enviar dinero a sus familias es mayor.
“Eso no ha sido suficientemente investigado y solo estamos aplaudiendo el hecho que son 7,000 millones de dólares”, cuestionó.
Del mismo modo, comentó que, si hay suficientes dólares, por consecuencia existen más importaciones y las mismas reducen el Producto Interno Bruto (PIB) por definición.
La fuente lamentó que miles de connacionales hayan tenido que abandonar el país para tener en alguna medida la capacidad de poder sostener a sus familiares.
En Honduras cerca de 3 millones de personas no cuentan con un trabajo formal, según cálculos de Urbizo Solís.
“Podría crecer anualmente ese dato en 150 mil personas más porque no se generarán fuentes de empleo, tan sencillo como eso”, apuntó.
El Banco Central de Honduras (BCH), informó que, al cierre del 2021, las remesas llegarán a un total de 7 mil 150 millones de dólares, cifra superior a la proyectada.
Fue el presidente del BCH, Wilfredo Cerrato, quien confirmó la noticia. “Las remesas al día de hoy andan en alrededor de 7,000 millones de dólares y se estima cerrar en alrededor de 7,150 millones”.
Cerrato desglosó que se estima cerrar el presente año con 7,150 millones de dólares en remesas familiares y 8,500 millones de dólares en reservas internacionales.