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Creer que los mismos productos de tu rutina de belleza facial sirven para cuidar la piel del cuello no es del todo correcto. Esta parte necesita fórmulas especiales que limpien, hidraten y escuden, debido a lo expuesta que está y a la sensibilidad por su finura.
La piel es elástica y resistente gracias a sus células queratinizadas, como define el diccionario médico de la Clínica Universidad de Navarra. En el caso específico del cuello, es posible que evidencie decoloración, enrojecimiento y arrugas más rápido que otras zonas corporales.
Hace falta, incluso hasta el área del escote, la atención con tratamientos intensos que penetren las capas profundas a las que un hidratante cutáneo simple no puede llegar.
La piel del cuello revela pistas sobre la edad
Justo por la delgadez, este recubrimiento pierde más rápido la capacidad de regenerarse en comparación con la piel del resto del cuerpo. Ocurre porque está rodeado de músculos que con los años se vuelven flácidos. Además, la exposición al sol, al viento y a la contaminación provoca daños.
En consecuencia, surgen los surcos, las arrugas, las manchas y otras afecciones. Es así como el cuello es una de las primeras partes que delata los signos físicos de la vejez, a través de los siguientes síntomas:Descolgamiento de la piel, Arrugas horizontales y Grasa acumulada. Manchas.
Ingredientes para cuidar la piel del cuello
Tal cual desarrollas tu rutina facial, dedica unos minutos a mimar tu cuello. Comienza limpiando las impurezas con agua micelar. Después aplica un suero, un gel, un aceite o una crema que contenga los ingredientes que presentamos a continuación.
DMAE
El dimetilaminoetanol (DMAE) es un activo que estimula los músculos faciales y del cuello. Al fusionarlo con otros cosméticos combate la flacidez.
Funciona como tensor, hidratante y antioxidante. También lo nombran como AminoEthanol, 2-DiMethyl, N-dimetil, deanol o dimetiletanolamina.
Vitamina C
La vitamina C ayuda a desvanecer las manchas y a suavizar las arrugas. La dosis correcta la determina el médico, según el estado de la piel. Por lo general, los productos para el cuidado cutáneo poseen una concentración mayor al 5 % y menor al 20 %.
Ácido hialurónico
El ácido hialurónico es un ingrediente estrella de la cosmética. Sus beneficios son múltiples.
En el caso del cuello, humecta, hidrata y restaura la barrera cutánea. Esta sustancia contribuye a que la piel de la cara y del cuello no diferencien en textura.
Asimismo, favorece la tersura y la luminosidad. No importa qué tan madura esté la piel, este complemento dermatológico promete eficacia.
Aminoácidos
Los tratamientos con péptidos o aminoácidos tienen que ser autorizados por doctores debido a la complejidad de las fórmulas. Estos compuestos incitan la generación de colágeno y de elastina, sobre todo al unirse con otros elementos, como el ácido hialurónico.
Retinoides
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios señala que los retinoides son derivados de la vitamina A, útiles en el tratamiento de patologías dermatológicas. Recomiendan la supervisión médica, dadas algunas reacciones que podrían causar, principalmente en embarazadas.
Este fármaco de nomenclaturas acitretina, alitretinoína e isotretinoína es recetado en tópicos para activar el colágeno. Se sugiere el uso en días intercalados, pues al principio tiende a provocar irritación o sequedad.
Antioxidantes
Un artículo de la Revista Chilena de Dermatología resalta que el estrés oxidativo es clave en el proceso de envejecimiento y, aunque la piel posee antioxidantes efectivos, los suplementos orales y tópicos podrían ejercer un rol beneficioso en el rejuvenecimiento de la dermis.
Protector solar
Los protectores solares van de último, después de los hidratantes. Es importante untar el bloqueador tanto en la cara como en el cuello, de preferencia cada 4 horas, incluso si estás en interiores.
Utiliza las versiones con factor de protección (SPF) 30 o más. Revisa que entre los ingredientes listados en el etiquetado diga óxido de zinc o dióxido de titanio.
Otras alternativas para cuidar la piel del cuello
Al margen de los cosméticos, algunos consejos útiles se basan en alimentarse bien para que los tejidos se regeneren por sí solos, probar aceites naturales como el de linaza o el de aguacate, y practicar ejercicios para el cuello.
Tratamientos modernos, como la toxina botulínica, la mesoterapia, el peeling químico y la transdermoterapia, previenen o fomentan la recuperación de la piel arrugada o manchada sin recurrir a procesos más invasivos.
