¿Qué es un fibroma oral y cómo afecta la salud de la boca?

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La aparición de un bulto duro en el interior de la cavidad oral suele ser motivo de preocupación. Este crecimiento puede obedecer a un fibroma oral, que es una tumoración benigna bastante común en la boca. 

En concreto, se trata de un crecimiento de tejido fibroso que suele asociarse a situaciones de irritación constante y prolongada. Si bien no es grave, no deja de ser una situación de alarma. Resulta conveniente consultar al médico para obtener un diagnóstico certero. A veces, lo que parece una lesión inofensiva no lo es tanto.

Así pues, es primordial que el profesional evalúe sus características, su origen y otros factores que permiten establecer su gravedad. A continuación, detallamos por qué se forman, cómo se diagnostican y cuál es su tratamiento.

¿Qué es un fibroma oral?

El fibroma oral es una tumoración benigna que aparece en los tejidos blandos de la boca. Son bultos suaves y duros de tejido cicatricial que surgen como respuesta a una situación traumática constante y persistente.

Se considera una lesión de tipo hiperplásica reactiva, ya que hay un crecimiento y un aumento de volumen de los tejidos de la mucosa bucal. Sobre estos se desarrolla una forma de cicatriz por la irritación crónica de la zona.

Afecta a personas de cualquier edad, aunque son más frecuentes en adultos mayores. Asimismo, pueden aparecer en cualquier región de la cavidad oral. Por lo general, son pequeños y del mismo color de la mucosa oral donde se asientan.

Causas del fibroma oral

La causa más común del fibroma oral es una irritación crónica. El trauma o la fricción constante sobre la mucosa desencadena la hiperplasia reactiva del tejido que da origen al tumor. Y si este estímulo se elimina, la lesión desaparece.

Los factores y situaciones asociados a su aparición son los mencionados a continuación:

  • Hábito de morderse las mejillas o los labios.
  • Costumbre de succionar el labio o las mejillas.
  • Trauma en la mucosa por un diente roto, áspero o afilado.
  • Irritación provocada por grandes depósitos de sarro.
  • Roces provocados por dentaduras postizas rotas o desajustadas.
  • Lesiones ocasionadas por aparatos de ortodoncia.

Debes saber que —con menos frecuencia— el fibroma oral puede tener un origen distinto a la irritación. Es el caso del fibroma de células gigantes o la fibromatosis. Suele presentarse más a menudo en personas mayores y en mujeres. También tiende a ser más común en pacientes con problemas en la piel, diabéticos o con anemia.

¿Cómo se ve el fibroma oral y de qué manera afecta la salud bucal?

El fibroma oral se observa en la boca como un bulto suave, duro y firme. Al principio son pequeños, pero su tamaño aumenta si la irritación continúa. En términos generales, no superan 1 o 1,5 cm de diámetro.

La conformación más común es de cúpula o como una pápula que sobresale. De todos modos, pueden tener un pequeño tallo de base. Además, si se desarrollan por debajo de una prótesis desadaptada, es común que se presenten con forma de hojas.

En la mayoría de los casos son del mismo color de la mucosa oral sobre la que se asientan. No obstante, a veces pueden presentar una ligera palidez o verse más oscuros, sobre todo si han sangrado. Ante los reiterados traumatismos, su superficie externa puede volverse áspera, escamosa o ulcerarse.

Diagnóstico

En general, cuando un paciente tiene un fibroma oral, es él mismo quien primero lo detecta. Pues la presencia de un bulto en su boca lo lleva a acudir al dentista en busca de un diagnóstico. Aún así, la lesión puede pasar desapercibida y es el odontólogo quien la descubre en los exámenes de rutina.

Sea quien sea la persona que descubra la lesión, será el odontólogo el responsable de determinar de qué se trata. El examen intraoral y la presencia de situaciones traumáticas en la boca lo ayudarán a sospechar de un fibroma oral.

Una manera de confirmar el diagnóstico —y a la vez solucionar la problemática— es eliminar el factor irritante que lo desencadena. Si al quitar el trauma la lesión disminuye de tamaño o desaparece, se confirma la sospecha.

De todos modos, el dentista puede considerar tomar una muestra o extirpar la lesión para realizar una biopsia. Con este estudio histológico se obtiene un diagnóstico preciso y definitivo, y se descartan otras afecciones similares.

Tratamiento del fibroma oral

Como hemos comentado, en un principio será necesario eliminar el factor irritante para tratar el fibroma oral. Esto puede suponer varias medidas, como las siguientes:

  • Adaptar una prótesis desajustada.
  • Realizar una restauración dentaria.
  • Pulir dientes ásperos.
  • Colocar cera a los alambres de la ortodoncia.
  • Eliminar hábitos como mordisquearse los labios y las mejillas.
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