Conoce algunos pueblos indígenas de Honduras

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Los pueblos indígenas son muy importantes, ya que cada uno de ellos nos aportan tradiciones, riqueza cultural y lenguas únicas como país. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la población indígena mundial se compone de más de 370 millones de personas, con más de 5,000 grupos étnicos, en 90 países, los cuales son parte fundamental de nuestros orígenes e historia.  

Asimismo, cada grupo étnico ha sido de gran aporte para el progreso de Honduras por su experiencia en la gestión de ecosistemas, donde no solo aportan a la diversidad biológica sino al patrimonio cultural y la seguridad alimentaria.

Según datos históricos, los indígenas primitivos de Honduras llegaron provenientes de Asia a través del Estrecho de Behring hace aproximadamente unos 30 mil años. Sin embargo, la cultura indígena de Honduras data de unos tres mil años atrás, cuando se extendió por toda Mesoamérica una gran civilización indígena proveniente del hombre americano.   

Desde la llegada de los españoles a Honduras, hasta la actualidad, los pueblos indígenas han pasado varios procesos donde algunos ya dejaran de existir. En la actualidad Honduras cuenta con nueve etnias o grupos indígenas que se sitúan por toda la República compuesta por una población total de 1,529,400 en 2,128 comunidades.  

Por supuesto, es importante que conozca el origen de los antepasados, de dónde venimos y en dónde están actualmente. Es por eso que le mostramos cuáles son esas nueve etnias hondureñas.  

1. Los Lencas, un pueblo indígenas

Durante el siglo XVI fueron el grupo indígena más numeroso, de hecho, hoy siguen siendo la etnia más grande, se dice que tienen una población de más de cien mil habitantes. Son descendientes de los mayas que no siguieron el éxodo, que dio fin al antiguo Imperio Maya. Actualmente se localiza en los departamentos de La Paz, Intibucá y Lempira. También se encuentra en número reducido en los departamentos de Santa Bárbara, Comayagua, Francisco Morazán y Valle. 

Asimismo, Lempira, que significa «Señor de la sierra», fue quien forjó la unidad de todo el pueblo lenca, alrededor de una confederación de tribus, organizada para luchar contra los conquistadores de aquella época como los actuales, defienden sus territorios y sus fuentes de agua y se organizan muy bien. 

La religión nativa de los lencas era una religión politeísta que veía la realidad desde un punto de vista animista, creía en el nahualismo y los dioses estaban organizados jerárquicamente. El universo religioso de los campesinos de tradición lenca se ha ampliado fruto del traslape o asimilación del catolicismo español colonial y las creencias prehispánicas. Su lengua materna es el español en la actualidad con un acento distinto ya que su leguaje original se a extinguido casi por completo, solo las personas mayores lo hablan en sus comunidades.

2. Los Tawahkas o sumos 

Son una etnia que ha soportado la influencia misquita, han adaptado muchos de sus patrones culturales, pero aún conservan elementos de su propia cultura que los hace distinguirse como pueblo indígena, son uno de los grupos que habitan tierra adentro de la costa misquita.  

Krausirpi y Krautara son las aldeas Tawahkas más grandes localizadas sobre los márgenes del río Patuca. Aunque los Tawahkas habitan esta zona desde hace ya varios siglos, Krausirpi, la principal aldea Tawahka, fué fundada en 1938 por el último cacique Tawahka y llaman a su lengua twanka.    

Además, Según estudios la lengua Tawahka y la Misquita son parecidas en su estructura morfológica y sintáctica, pero no tienen mucho léxico en común y su origen es sudamericano. La anciana Tawahka tiene a su cargo la educación de los niños pequeños y ciertas labores domésticas, como la preparación parcial de alimentos y algunos trabajos artesanales. Los hombres ancianos ocupan en la jerarquía civil y religiosa del grupo, un puesto que deben a su experiencia y sabiduría. Son respetados y escuchados. Se disfruta de su compañía y se les pide consejos.

3. Los Pech  

Al momento del contacto con los españoles, los Pech tenían un nivel de organización socio-económica y política casi igual a la de sus tribus vecinas. Durante la Colonia se extendieron del río Aguán al río Patuca en la zona nororiental de Honduras. 

 Actualmente ubicados en 11 comunidades que son: Vallecito, Pueblo Nuevo, Subirana, Agua Zarca, Culuco, Jocomico, Zopilote y Brisas de Pisijire, todas en el municipio de Dulce Nombre de Culmí, departamento de Olancho; Santa María del Carbón, en el municipio de San Esteban; Silín, en el municipio de Trujillo, departamento de Colón; y Las Marías, en la Biosfera del Río Plátano, en el departamento de Gracias a Dios 

Los Pech conocidos peyorativamente como payas, tienen origen aún desconocido; su evolución se pierde entre la historia y el mito. Son probables descendientes de los Chibchas, ya que los hablantes de este idioma salieron de América del Sur probablemente hace tres mil años y se establecieron a lo largo del camino entre Colombia y América Central. 

Los Pech aún conservan su lengua y parte de sus costumbres que se manifiestan en comidas, bebidas e instrumentos musicales como el Tempuca, el Arwa una especie de quena y el Camachá parecida a la maraca. También los Pech dependen de la agricultura, caza y pesca para su subsistencia y sus cultivos principales son la yuca, los fríjoles y el maíz, del cual elaboran comidas, bebidas alimenticias y embriagantes.

4. Los tolupanes 

Su nombre auténtico es tolupán; el término de xicaque fue utilizado por los colonizadores para referirse a los indígenas “incivilizados”, que no han sido cristianizados y a diferentes grupos rebeldes. 

La población Tolupán actualmente es de aproximadamente 20 mil individuos. Están constituidos en 28 tribus distribuidas en seis municipios del departamento de Yoro, más dos tribus emigradas en el siglo pasado a la montaña de La Flor, municipio de Orica, Francisco Morazán. 

Según la antropóloga Anne Chapman, viven en asentamientos semi- permanentes, en casas multifamiliares, practican la agricultura rudimentaria, caza (con arco) y pesca. Practican la cestería, poca alfarería y calabazas. También, la lengua que hablaban los Tolupanes durante el siglo XVIII era el Hokan Fiux y ahora se le conoce como Tolteca o Tol.

La etnia Chortís 

Son descendientes directos de los mayas, responsables de la cultura de Copán, Quiriguá y demás ciudades australes del viejo imperio. Asimismo, es considerado como el grupo más meridional de la familia maya-quiché. Algunas veces han sido clasificados como un subgrupo de la familia étnico-lingüística maya-quiché. 

En Honduras, se encuentran localizados en las aldeas de El Encantadito, Cidral, El Jardín, Potrerillos, La Unión, El Porvenir, Buenos Aires, Llantillos, Salitre, Hacienda, El Cordoncillo, El Corralito, El Ostumán, La Laguna, El Chilar, Aguar Zarca, San Antonio, San Francisco, y Mina de Piedra, todas en el Departamento de Copán.  

Su alimentación se reduce básicamente al uso del maíz y el fríjol; el primero a través de diferentes formas; en bebidas como el chilate, el pozol, atole dulce y agrio, en comidas como la tortilla, el tamal de viaje, el nacatamal y el totoposte; en bebidas embriagantes usan el jugo de caña o de piña fermentada. La religión chortí precolombina y la religión católica tienen afinidades, ambas conocen el bautismo, la confesión, el peregrinaje, el uso de incienso y la idea del sacrificio. Y cabe resaltar que el chortí es una lengua casi muerta en Honduras.

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