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Indudablemente, los himnos nacionales son motivo de inspiración para los jugadores que defienden los colores de sus países. Las selecciones invitadas a la Copa Mundial Brasil 2014 no son la excepción, lo que nos invita a contar las historias tras algunos de ellos.
El himno de los anfitriones se llama Hino Nacional Brasileiro (en español: Himno Nacional Brasileño), fue compuesto por Francisco Manoel da Silva luego de la independencia de Brasil de Portugal en 1822, pero no se hizo oficial hasta 1890. La letra fue escrita por Joaquim Osório Duque Estrada.
Por otra parte, el himno que inspira al Tri es el Himno Nacional Mexicano, fue compuesto por Jaime Nunó Roca en 1854, y es oficial desde 1943. Las letras, escritas por Francisco González Bocanegra, hablan de las victorias mexicanas en el calor de la batalla y de la defensa de la patria.
El Himno Nacional de Colombia, considerado como uno de los himnos más bellos del mundo, fue compuesto por el italiano Oreste Síndici, quien se encargó de musicalizar el poema Himno Patriótico, escrito por el
Un caso curioso es el del himno de Grecia desde 1865, el Imnos eis tin Eleftherían (en español: Himno a la Libertad), que también es el himno de Chipre desde 1966. Fue compuesto por Nicolaos Mantzaros y su letra es de Dionisos Solomós.
Pero los nombres de los himnos también pueden ser muy creativos. Por ejemplo, Het Wilhelmus (El Guillermo, en español) es el himno que inspira a los actuales subcampeones mundiales. Fue escrito a finales del siglo XVI por autores desconocidos, siendo el himno nacional más antiguo del mundo. Fue adoptado en 1932.
Por otra parte, los himnos no necesitan tener letra para inspirar a los jugadores. Ese es el caso de la Marcha Real o Marcha Granadera, el himno de los actuales campeones del mundo desde el siglo XVIII. Fue compuesto por Manuel de Espinosa de los Monteros en 1761 y fue orquestado por Francisco Grau en 1997.
Finalmente, no es necesario que un himno sea oficialmente reconocido para que sea una tradición respetada. God Save the Queen (en español: Dios Salve a la Reina), de compositores desconocidos, es conocido como el himno de Inglaterra y de muchas colonias británicas alrededor del mundo. El himno adopta el nombre de God Save the King cuando es un monarca varón.