La Dra María Teresa Andara, especialista en Gastroenterología del Hospital de Especialidades nos explica que la cirrosis, es una enfermedad crónica e irreversible del hígado que se origina a causa de la destrucción de las células hepáticas por fibrosis y nodulos de regeneración, estos cambios condicionan a hipertensión portal e insuficiencia hepática.
Síntomas
- Fatiga.
- Aparición de hemorragias o hematomas con facilidad.
- Pérdida de apetito.
- Náuseas.
- Hinchazón de las piernas, los pies o los tobillos (edema)
- Pérdida de peso.
- Picazón en la piel.
- Coloración amarilla en la piel y los ojos (ictericia)
Causas:
- Cirrosis alcohólica: provocada por un consumo excesivo de alcohol.
- Hepatopatía grasa no alcohólica: la acumulación de grasas en las células del hígado crea una fibrosis.
- Cirrosis vinculada a la hepatitis: las hepatitis B o C, terminan generando fibrosis en el hígado en los pacientes.
- Cirrosis por enfermedades autoimmune del hígado, por trastornos metabólicos congénitos (menos frecuente)
Las complicaciones de una cirrosis descompensada son:
- Ascitis (acúmulo de líquido dentro de la cavidad abdominal)
- Sangrado digestivo
- Encefalopatía hepática
- Síndrome hepatorrenal
- Hepatocarcinoma
El tratamiento de la Cirrosis dependerá de la causa, del estadio en que se encuentre y de si esta o no descompensada.
Es importante mantener estilo de vida saludable (dieta balanceada y ejercicio físico) control de enfermedades crónicas, evitar consumo excesivo de alcohol, que son algunos de los factores de riesgo modificables y ayudarían a prevenir el desarrollo de esta enfermedad.