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El sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos (EE.UU.) Defensa Terminal de Área a Gran Altura (THAAD, por su sigla en inglés), va dirigido contra China y Rusia según el director del departamento de América del Norte del Ministerio de Exteriores ruso, Gueorgui Borisenko.
Según afirmó Borisenko, «estas instalaciones son absolutamente incapaces de impedir que Corea del Norte tome represalias en el caso de un ataque contra ella».
«La frontera en la península coreana se ubica de tal manera que Seúl está dentro del alcance de la artillería de largo alcance del Estado vecino”, afirmó el funcionario ruso sobre el sistema despegado en Corea del Sur.
El diplomático ruso señaló que el sistema será inútil al usarse contra Pyongyang, por lo que agregó que «nosotros y nuestros socios chinos somos conscientes de que los THAAD están dirigidos contra Rusia y China».
Los Gobiernos de EE.UU. y de Corea del Sur, declararon que THAAD sirve para aplacar las amenazas norcoreanas, pero las autoridades de China y Rusia creen que podría tratarse de una estrategia de espionaje estadounidense para hacerle seguimiento a sus sistemas de defensa y aumentar su presencia en los territorios.
En julio de 2016, Estados Unidos acordó con Corea del Sur efectuar el sistema THAAD, que fue diseñado para la obstrucción de misiles de corto y mediano alcance a una altitud entre 40 y 150 kilómetros.