Más de 10 meses paralizados los proyectos de vivienda social

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La industria de la construcción en Honduras enfrenta una crisis grave debido a la falta de fondos para el sector vivienda, según Gustavo Boquín, presidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (CHICO). Desde agosto del año pasado, los fondos del Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (BANHPROVI) se agotaron, dejando al sector sin financiamiento durante casi 11 meses.

«Tenemos 10 meses de no vender y estamos empezando a despedir personal y a cerrar proyectos porque no tenemos el financiamiento para nuestros clientes», declaró Boquín en una entrevista con Proceso Digital.

La falta de fondos ha paralizado aproximadamente 75 proyectos, poniendo en riesgo miles de empleos. Boquín explicó que la última vez que se certificaron datos por la Comisión de Vivienda, ahora Fondo Nacional de Vivienda, se contabilizaban alrededor de 175 proyectos a nivel nacional, representando una capacidad instalada de más de 20,000 viviendas.

El éxito del programa el año pasado llevó a la rápida utilización de los fondos, pero la parálisis legislativa impidió la solicitud de una ampliación del fideicomiso. Aunque el presupuesto 2024 está aprobado y la Secretaría de Finanzas ha priorizado los fondos de BANHPROVI, las condiciones fijadas no son comercialmente viables.

Boquín también mencionó que la solicitud de aumentar el área mínima de las viviendas sociales de 45 a 65 metros cuadrados complica los proyectos en curso, diseñados para 48-50 metros cuadrados. «Cambiar las reglas a mitad del juego nos dejaría sin inventario para este año», añadió.

Además, la nueva regulación que establece un período de gracia de seis meses para quienes dan una prima voluntaria y la capitalización de intereses al final del período es incompatible con las normativas de la Comisión Nacional de Banca y Seguros. También, el techo de un millón de lempiras para la vivienda social, según Boquín, hace inviable la construcción en ciudades grandes como Tegucigalpa, Comayagua, San Pedro Sula y Roatán, mientras que la ley de vivienda establece un valor máximo de hasta 1,348,000 lempiras, basado en 80 salarios mínimos.

Boquín lamentó que estos impases ocurran cuando el déficit habitacional en Honduras supera las 1.3 millones de viviendas, dividido en cualitativo y cuantitativo. El cualitativo incluye viviendas que necesitan reparaciones mayores, mientras que el cuantitativo se refiere a la construcción de nuevas casas, estimadas en alrededor de 600,000.

Ante esta preocupante situación, el sector construcción ha comenzado a despedir personal y cerrar proyectos debido a la falta de financiamiento. Boquín urgió a revisar las normativas y buscar soluciones conjuntas para reactivar el sector y atender las necesidades de vivienda en el país.

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