Los síntomas de la conmoción cerebral

La conmoción cerebral es la condición posterior a un golpe en la cabeza. Por tanto, se clasifica como una lesión. Puede darse porque un objeto en movimiento golpea la cabeza mientras está quieta o porque la cabeza choca contra un objeto.

Es muy común que ocurra a consecuencia de una caída durante la realización de una actividad física, como correr o practicar algún deporte en concreto. Pero, a diferencia de lo que se suele pensar, nunca debe pasarse por alto.

Cabe destacar que, tras el impacto, no suelen aparecer de una vez las consecuencias del golpe (salvo en algunos casos). Es probable que las molestias comiencen a aparecer días o incluso mucho más tiempo después.

Síntomas leves de una conmoción cerebral

• Amnesia.Confusión de tiempo.
• Náuseas y vómitos.Estados de somnolencia.
• Confusión o falta de pensamientos claros.
• Visión de luces que no tiene que ver con problemas de la vista.
• Dolor de cabeza sin ninguna otra causa real.
• Pérdida leve del conocimiento, que puede ocurrir inmediatamente después del golpe o no.

Aunque luego de una conmoción cerebral se puede percibir los síntomas anteriores, hay unos que, si permanecen en el tiempo deben ser evaluados de inmediato por un médico. Hay que tener en cuenta que, en algunos casos, los síntomas pueden cronificarse y agravarse con el tiempo.

Síntomas graves de la conmoción cerebral

• Vómitos.
• Pérdida prolongada del conocimiento. Se trata de un estado grave donde el cuerpo no responde durante días o meses al entorno.
• Dilatación de pupilas. El tamaño se hace irregular, incluso una puede estar abierta y otra cerrada.
• Movimientos irregulares en los globos oculares. Los ojos pierden la ubicación clara de personas y objetos.
• Problemas graves para mantener el equilibrio al caminar. No es posible mantenerse en pie de forma adecuada, se presentan tropiezos y debilitamiento en las piernas.
• Cambios en la claridad mental muy persistente. No se recuerda el lugar o la situación en que se encontraba, es difícil recordar los eventos previos al accidente.
• Crisis convulsivas. Es probable que se presenten por una falla eléctrica del cuerpo que va hasta el cerebro. Son comunes en casos de conmoción cerebral pero deben vigilarse.
• Problemas para reconocer personas. Se olvida el rostro de las personas lo que genera una situación de angustia que, en ocasiones, empeora la condición.

¿Cómo comportarse ante una situación de conmoción cerebral?

Es importante que, al pasar por esta situación, trates de mantener la calma y la tranquilidad para ofrecer la ayuda que se requiere. Desde luego no se espera que resuelvas la situación solo, pero sí que pidas ayuda médica.

Recuerda que quien sufrió el golpe puede:

• Presentar actitudes de agitación y angustia producto de la rabia que le causa no entender que le pasó, ni poder recordar. Solo está sintiendo dolor así que no debes tomártelo como personal, incluso si se porta grosero o no acepta tu ayuda.
• Sentir dolores fuertes de cabeza. Es probable que, en medio de la crisis, las personas  griten por desesperación.
• Hay personas que se muestran tranquilas pero preocupantemente confundidas. Pueden sentirse cansadas y, en ocasiones, cuesta que colaboren para ser trasladadas a algún centro de salud.
• Percibir las atenciones como una molestia. En este caso es común que se quejen, te regañen y hablen de forma grosera para que las dejes tranquilas. Les cuesta entender que tuvieron un accidente y están siendo atendidos.
• No toleran el ruido y les confunde más ver a muchas personas cerca que hablan. Lo más probable es que no alcanzan a entender qué están haciendo o qué está pasando.

Prepárate para lidiar con los efectos temporales 

Una vez que la persona recibe atención luego de una conmoción cerebral, existen exámenes que pueden determinar hasta dónde llega la lesión. Cuando se trata de un traumatismo craneal grave, deberá intervenir un especialista para evaluar mejor el caso e indicar el tratamiento adecuado.

Al pasar los días, habrán síntomas posteriores a la conmoción cerebral que irán desapareciendo de forma gradual.

Durante el proceso de recuperación no es recomendable que el paciente realice jornadas de lectura, trabajos de oficina, tareas escolares, discursos, escritos, diseños ni videojuegos. Hay que reposar y mantenerse en un entorno lo más tranquilo posible.