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En la jornada inaugural del juicio por agresión sexual en la Audiencia de Barcelona, una testigo clave relató con lágrimas en los ojos los angustiantes momentos que vivió la joven que acusa a Dani Alves. La testigo, una de las amigas que acompañaba a la víctima en la discoteca Sutton, describió cómo la joven salió del baño «desconsolada» y visiblemente afectada, compartiendo con sus amigas el dolor que, según ella, le había infligido el futbolista brasileño.
La testigo también afirmó que Dani Alves tuvo una actitud «babosa» y que no solo afectó a la denunciante, sino también a las otras chicas del grupo. Según su testimonio, la víctima inicialmente se resistía a denunciar, repitiendo con desesperación: «Solo quiero irme a casa, no me van a creer».
El juicio se centra en determinar la responsabilidad de Dani Alves en la agresión sexual, y la Fiscalía solicita una pena de nueve años de prisión, mientras que la acusación particular busca una condena de doce años. La testigo destacó la difícil tarea de convencer a la joven de denunciar, ya que temía no ser creída.
La afectada, de 23 años, experimenta secuelas emocionales, incluyendo ansiedad y pérdida de alegría, según el testimonio. La testigo también reveló detalles sobre la noche en cuestión, cuando las tres mujeres aceptaron la invitación de Alves para unirse a él en un reservado de la discoteca Sutton.
El relato de la testigo, quien es abogada, estuvo marcado por momentos emotivos y lágrimas. Durante el interrogatorio, se enfrentó a preguntas de la defensa de Alves sobre su memoria de los eventos, respondiendo en varias ocasiones con un «no recuerdo». La Fiscalía buscó obtener información crucial sobre el estado del futbolista esa noche, intentando contrastar la versión de la defensa sobre su presunta embriaguez.
