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El directivo de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh), Andrés Ehrler, indicó que la inflación doméstica elevó hasta 35 por ciento los insumos o productos que utilizan los prestadores de servicios turísticos.
Los incrementos a los combustibles pese a que ya empezaron a bajar, también han deprimido a la industria sin chimenea. En un contexto así “la oportunidad que tiene la industria de crecer es muy poca en relación a la oportunidad que hubiésemos tenido”, comentó.
Según los empresarios del rubro, hasta ahora no ven una estrategia gubernamental clara que fije un norte que permita el resurgimiento de la actividad.
Para Ehrler, una de las opciones es que el Gobierno desarrolle una campaña promocional a nivel externo a modo de compensar mediante mayor cantidad de visitantes, los efectos derivados por la inflación.
Además, “ocupamos carreteras en la zona de occidente donde no podemos llegar ahora, son temas de infraestructura”, zanjó.
Por otra parte, el directivo refirió los destinos de playa siguen funcionando como un imán: “La joya de la corona es Roatán. Sigue funcionando. Copán Ruinas es otro destino con movimiento”.
El turismo hondureño sigue sin recuperarse plenamente de las afectaciones por la pandemia, y en la actualidad se enfrentan a la inflación, fenómeno económico que igual impacta en otros sectores.
