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Tegucigalpa, Honduras.
Su sonrisa no podía ser más grande, el veneno de la serpiente que mordió al pequeño comienza a ser neutralizado y la inflamación en su pie derecho donde la reptil clavo sus colmillos cede.
El menor procedente de Campamento, Jamastrán en Danlí, ya recibe el tratamiento del suero antiofídico anticrotálido que se le suministra en el Materno Infantil.
De acuerdo al jefe del departamento de farmacia del centro asistencial, Angel David García desde anoche “se le han aplicado 5 frascos del tratamiento que la mordedura ameritaba y van a quedar en reserva 7 frascos más por si llega otro paciente”.
García aseguró que mensualmente al Hospital Escuela Universitario (HEU) ingresan 3 personas, entre adultos y niños mordidos por serpientes, en las que prevalece la especie barba amarilla.
La madre del infante de 9 años dijo que “veníamos llegando de la iglesia y él se fue a la pila a lavar una camisa y sería que se paró en la culebrita que media una cuarta y lo mordió, creo que era una tamagás”.
Aunque el HEU dispone de suero antiofídico, García exhortó a las autoridades de la Secretaría de Salud para que el Estado «compre el lote del suero anticrotálido que a Honduras le corresponde para que el proveedor internacional que está en Costa Rica pueda aflojar el lote que ahorita está en cuarentena porque si el Estado no lo adquiere otro país centroamericano lo tomará y nos quedaremos por segundo año consecutivo con la escasez de ese medicamento».