Recibe actualizaciones en tiempo real directamente en tu dispositivo, suscríbete ahora.
Este miércoles, los aspirantes a la Presidencia de El Salvador concluyen una extensa campaña electoral iniciada el 3 de octubre del pasado año. Aunque se esperaba un periodo de intenso debate político, el actual presidente Nayib Bukele se perfila como el gran favorito con más del 80% de apoyo según las encuestas, marcando una campaña atípica y desigual.
A partir de la medianoche, se inicia un período de silencio electoral de tres días, conforme al artículo 175 del Código Electoral salvadoreño, que prohíbe la propaganda durante este periodo. El artículo 245 establece multas de entre 1.142 y 5.714 dólares por violar esta prohibición.
La campaña ha estado dominada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI) y su candidato, Bukele, generando críticas sobre la desigualdad en recursos y la maquinaria mediática utilizada por el Gobierno. Analistas señalan una falta de equidad y recursos para la oposición, especialmente Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda).
A pesar de las preocupaciones sobre la reelección inmediata de Bukele, que prohíbe la Constitución, la campaña no ha destacado por propuestas concretas sobre temas económicos, de salud y educación. La situación económica se ha convertido en la principal preocupación de la población, según encuestas recientes, mientras que la delincuencia retrocede.
Gabriela Santos, directora del Instituto de Derechos Humanos (Idhuca), expresó que el contexto electoral es «bastante lamentable» y que la falta de propuestas y desigualdad en la competencia hace que la elección sea poco competitiva.
El domingo, más de 5.5 millones de salvadoreños elegirán entre seis candidatos de diferentes partidos políticos, siendo Bukele el favorito con la oportunidad de buscar una reelección inmediata en una polémica que desafía la Constitución del país.
