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En declaraciones recientes, el expresidente Porfirio Lobo Sosa ha admitido que no ha seguido de cerca el juicio que enfrenta su sucesor en la presidencia, Juan Orlando Hernández, en Estados Unidos.
«No le he dado seguimiento a lo que le sucede a Juan Orlando Hernández porque no tengo una relación particular y no estoy interesado en el desenlace porque no somos amigos», afirmó Lobo Sosa.
El exmandatario recordó que durante el gobierno de Hernández Alvarado, la esposa de Lobo Sosa, Rosa Elena Bonilla, fue detenida y su vivienda allanada, en medio de múltiples requerimientos fiscales realizados por la Ufecic-MACCIH.
Ahora, Lobo Sosa ha anunciado que está recopilando información sobre estos requerimientos fiscales para presentar una denuncia ante el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), con el objetivo de que se revisen las posibles arbitrariedades cometidas.
Lobo Sosa también criticó al actual gobierno, afirmando que está siguiendo los mismos pasos de su predecesor, Juan Orlando Hernández, en cuanto a persecución política.
Al ser consultado sobre si vio indicios de corrupción durante el gobierno de Hernández Alvarado, Lobo Sosa señaló que nunca percibió actitudes contrarias a lo que se le solicitaba al expresidente.
Aunque Lobo Sosa admitió haber apoyado a Juan Orlando Hernández en las elecciones primarias de 2013 por diversas razones, subrayó que las acciones realizadas durante su mandato no son responsabilidad del Partido Nacional y que cada individuo debe rendir cuentas por sus propios actos.
Esta declaración del expresidente Porfirio Lobo Sosa proporciona una visión sobre la relación entre los exmandatarios y los acontecimientos judiciales que involucran a su sucesor, Juan Orlando Hernández.
