El Papa Francisco clama por la libertad de todos los prisioneros de guerra y denuncia la tortura como inhumana
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En una emotiva audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco dirigió un apasionado llamamiento a favor de la liberación de todos los prisioneros de guerra y condenó enérgicamente la práctica de la tortura como un acto inhumano.
El líder de la Iglesia Católica, ante una multitud de fieles reunidos en la plaza, expresó su profunda preocupación por las poblaciones atrapadas en conflictos armados en diversas partes del mundo. Desde Tierra Santa hasta Ucrania, el Papa recordó a aquellos que sufren las devastadoras consecuencias de la guerra y pidió fervientemente por su liberación y por un cese inmediato de los actos de violencia.
En sus palabras, el Papa Francisco destacó la importancia de la compasión y la solidaridad hacia aquellos que son víctimas de la guerra y la opresión. «Pensemos en los prisioneros de guerra: que el Señor mueva la voluntad para liberarlos a todos», instó el pontífice, instando a una acción decidida para poner fin al sufrimiento de aquellos que están detenidos injustamente.
Además, el Papa Francisco no escatimó al denunciar la tortura como una práctica abominable que viola la dignidad humana. «La tortura de los prisioneros es algo muy feo, es inhumano», declaró con firmeza, llamando la atención sobre el sufrimiento infligido a tantas personas que han sido sometidas a esta cruel práctica. Su mensaje resonó con un llamado a la compasión y la justicia, instando a una mayor atención y acción para poner fin a este flagelo.
El Papa Francisco, conocido por su cercanía con la gente, recorrió la plaza de San Pedro a bordo del «papamóvil», saludando y bendiciendo a los peregrinos presentes, que llegaron de todas partes del mundo para escuchar sus palabras de aliento y esperanza. Incluso antes de ingresar a la plaza, el Papa hizo un gesto conmovedor al invitar a cuatro niños a acompañarlo en su vehículo, simbolizando su compromiso con los más vulnerables y necesitados.
En su catequesis sobre la templanza, el Papa Francisco resaltó la importancia de mantener un equilibrio entre afirmar principios y valores fundamentales, y mostrar comprensión y empatía hacia los demás. «La persona que posee templanza logra mantener unidos los extremos», explicó, subrayando la importancia de buscar la armonía y el respeto mutuo en medio de las diferencias.
En resumen, el llamamiento del Papa Francisco a favor de la libertad de los prisioneros de guerra y su firme condena de la tortura destacan su compromiso con la paz, la justicia y la dignidad humana. Sus palabras resuenan como un llamado a la acción para todos aquellos que buscan un mundo más justo y compasivo.
