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Tegucigalpa, Honduras.
Los fuertes aguaceros que azotaron el territorio nacional el viernes pasado provocaron una serie de derrumbes a lo largo de la carretera CA-5 Norte, dos de ellos de gran magnitud que paralizó la circulación vehicular entre Tegucigalpa y San Pedro Sula.
El primer derrumbe se suscitó alrededor de las 6:30 de la tarde en el sector de la cuesta de la Virgen, a la altura del kilómetro 98 y en cuestión de minutos, personal y maquinaria de COVI Honduras se hicieron presentes en el lugar e iniciaron las obras de limpieza mediante levantamiento de sedimentos y escombros.
Para la media noche se logró rehabilitar completamente el tránsito, liberando la vía de las largas colas de vehículos livianos y camiones que se encontraban retenidos y cuya prolongación se extendía por varios kilómetros en ambos sentidos de la ruta; sin embargo, en la mañana del sábado el terreno volvió a colapsar, por lo que nuevamente la Concesionaria reaccionó inmediatamente y se procedió de nuevo con los trabajos de limpieza, removiendo un total de 50 mil metros cúbicos de sedimento logrando así restablecer en horas de la tarde el paso seguro para todos los viajeros.
David Palma, Gerente General de COVI Honduras, manifestó que desde el momento del derrumbe, en cuestión de minutos se desplazó toda la maquinaria que se encontraba a seis kilómetros del lugar afectado junto con varios ingenieros de la empresa para evaluar la zona y garantizar la seguridad tanto de los usuarios de la carretera como también del propio personal de COVI que realizaba los trabajos de remoción.
“El derrumbe era excesivamente grande y según los propios vecinos de la zona la cantidad de lluvia fue algo nunca antes visto en el lugar, como consecuencia eso provocó un segundo derrumbe el sábado por la mañana exactamente en el mismo sitio intervenido por primera vez el viernes durante la noche. Experiencias anteriores de este tipo habían demorado días y hasta semanas para lograr la total rehabilitación del paso; sin embargo nosotros pudimos solucionar este inconveniente de manera oportuna y en cuestión de 14 horas de arduo trabajo ya estaba todo totalmente despejado” expresó Palma.
“Somos los responsables de la operación de la carretera, eso implica brindar oportunamente tanto el mantenimiento preventivo como correctivo, todas las obras que se realizaron el fin de semana se hicieron inmediatamente para mantener la operatividad de tan importante vía”, puntualizó Palma.
Anteriormente en este tipo de desastres el Gobierno de la República tenía que erogar importantes cantidades de dinero desplazando maquinaria estatal hasta el lugar del deslizamiento para que posteriormente estas iniciaran las obras de limpieza y rehabilitación, todo esto implicaba muchas demoras y una paralización extendida de la vía más importante del país por donde se mueve gran parte del producto que dinamiza la economía nacional.
David Palma también manifestó que en este tramo específico todavía no se han realizado obras de ampliación por lo que el deslizamiento fue propio de las fuertes lluvias en la zona.
A la fecha, COVI Honduras ha invertido unos 60 millones de lempiras en el mantenimiento rutinario y preventivo de la carretera, esto implica la limpieza de cunetas y alcantarillas, cuidado del ornamento mediante el chapeo y manutención de las áreas verdes y derechos de vías a lo largo de la ruta así como en el mantenimiento emergente, es decir limpieza de derrumbes.