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Costa Rica.
El gobierno de Costa Rica expresó este lunes preocupación por la presencia «reiterada» de jerarcas militares rusos en Nicaragua y el despliegue de barcos de la armada rusa en puertos de ese país centroamericano.
El presidente Luis Guillermo Solís dijo a la prensa que mencionó el tema a los jefes de Estado de Alemania, Francia y otras autoridades europeas con las que coincidió durante la Cumbre UE-Celac el pasado fin de semana en Bruselas.
«Mencioné que nos preocupaba mucho la presencia reiterada de altos jerarcas del gobierno ruso en Nicaragua, incluido el ministro de la Defensa, así como de naves artilladas de la armada rusa en aguas de Nicaragua, que se anclaron durante varias semanas en los puertos del Caribe de ese país», señaló el gobernante costarricense en declaraciones a periodistas.
El gobernante explicó que su gobierno no ve esto dentro de una hipótesis de conflicto militar con Costa Rica, sino «en un marco político mayor» dentro del Caribe.
No obstante consideró «legítima» la preocupación de su gobierno por «el fortalecimiento de la fuerza armada de Nicaragua» por ser Costa Rica un país desarmado, que ha colocado toda su defensa en los órganos del derecho internacional.
Costa Rica, que disolvió el ejército en 1948, mantiene con Nicaragua varios litigios limítrofes que son ventilados actualmente por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya.
Uno de esos conflictos se refiere a la disputa de un pequeño territorio conocido como Isla Portillos (Harbour Head en Nicaragua) de unos 3 km2, que según el gobierno de San José fue invadido por Nicaragua en 2010.
No obstante, Nicaragua asegura que ese territorio, adyacente al fronterizo río San Juan, le ha pertenecido siempre.
Costa Rica también ha pedido a la CIJ que defina los límites marítimos entre ambos países, tanto en el Caribe como en el Pacífico, debido a que no ha sido posible llegar a acuerdos con Nicaragua en el plano bilateral.
Finalmente, Nicaragua demandó a Costa Rica por la alegada contaminación del fronterizo río San Juan en el proceso de construcción de una carretera paralela a dicha vía fluvial, lo cual ha sido desmentido por Costa Rica.