La exministra de Salud, Roxana Araujo, reconoció ayer que el confinamiento de casi tres meses en el que ha vivido el pueblo hondureño “fue positivo, pues evitó el colapso del sistema sanitario por casos de COVID-19 en ese período”.
“Hace un mes lo dije que cuando se llegara a reabrir la economía, el balón quedaba en manos de la población”, afirmó.
“Es decir, que en estos tres meses teníamos que aprender de alguna forma a usar las medidas de bioseguridad y de cómo mantenerlas, a fin de evitar la propagación del contagio de la enfermedad y saber el número de los asintomáticos”, afirmó.
La reapertura gradual y progresiva inició el lunes anterior, durante la cual todas las empresas, industrias e instituciones públicas, deben cumplir los protocolos de bioseguridad elaborados por la Secretaría de Trabajo con la contribución de la Unión Europea.