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Con la intención de distanciarse de los escándalos financieros de su padre, Juan Carlos I, el rey Felipe de España ha puesto en marcha una operación que busca transparentar la riqueza de la Casa Real y, con ello, apelar a la confianza del pueblo español y mostrar que la suya es una monarquía “moderna” e “íntegra”.
En este proceso, el rey reveló su fortuna personal por primera vez, que según documentos oficiales equivale a 2.4 millones de dólares, además de alrededor de 325 mil dólares en artes, joyas y antigüedades. No cuenta con bienes inmobiliarios ni tampoco con fondos en el extranjero.
“El patrimonio de Felipe VI procede de las retribuciones que ha recibido de los Presupuestos de la Casa del Rey a lo largo de los últimos 25 años, desde 1998; primero como Príncipe de Asturias y luego, desde 2014, como rey”, señala El País. Sin embargo, en 2020 declaró que renunciaría a cualquier herencia adicional o pago por parte de su padre, quien estaba siendo investigado por corrupción
Así, la monarquía española se une a la británica o la belga, por ejemplo, cuyas finanzas son observadas con lupa.
Y aunque las finanzas de Felipe puedan parecer abultadas a primera vista, poco tienen que ver con aquellas de la reina Isabel. La fortuna de la monarca de 96 años se estima en 460 millones de dólares, que incluye una asignación anual por parte del gobierno británico de 104 millones, con la que la reina puede financiar viajes reales y reparaciones a sus residencias.
Isabel II también es propietaria de Sandringham House, su adorado hogar en Norfolk, y el castillo de Balmoral en Escocia, y recibe regalías de todas las propiedades de la Corona.
Donde Felipe VI e Isabel se distinguen aún más es en lo referente a obras de arte y joyas. El dato final es desconocido, pero sólo la Royal Collection cuenta con más de 7 mil pinturas, 500 mil impresiones y miles de fotografías y manuscritos, tal como reporta The Guardian. Tan sólo la colección de 600 pinturas de Leonardo da Vinci valen 4 mil millones de dólares.
No sólo la reina supera por mucho las posesiones de Felipe VI: el príncipe Alberto de Mónaco, por ejemplo, posee una fortuna calculada en 985 millones de dólares.