La Luz del Mundo, delante del Ungido de Dios, hace promesa de predicar el Evangelio de Cristo

Mérida, Yucatán, México.

La ciudad de Mérida, en el estado de Yucatán, es la capital Americana de la Cultura, dado que fue fundada sobre los cimientos de la civilización Maya en el sureste del país, lugar donde también ha llegado la Iglesia de Cristo, la Iglesia del Dios Vivo Columna y Apoyo de la Verdad, “La Luz del Mundo”, cuyo templo está localizado en la colonia Sambulá.

Recientemente, miles de yucatecos que se han convertido al Evangelio de Cristo, orgullosos de su cultura y de su fe en la elección Apostólica, con pañuelos blancos y sus trajes típicos hipil, dieron la bienvenida al Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García, quien con autoridad Apostólica, dio la gloria y la honra a Dios por permitirle estar en ese lugar, contemplando el rostro de los hijos de Dios.

El majestuoso templo piramidal en Mérida, sede de la Iglesia La Luz del Mundo en Yucatán, tiene una arquitectura con evocaciones Mayas, siendo un referente de la Iglesia por el respeto a la cultura, es un santuario donde los hijos de Dios alaban y adoran al único Dios Vivo que es espíritu y está en los cielos.

Santuario de Dios que se vio pletórico de miles de cristianos, que vieron la gloria de Dios, unidos en un mismo sentir con la Iglesia Universal, al escuchar el mensaje del Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García, quien representa a Cristo en la tierra y con autoridad Apostólica exhortó a predicar el Evangelio de Cristo, y dar a conocer al mundo que hay Apóstol de Jesucristo en la tierra.

La presentación Apostólica, fue antecedida por un culto de alabanza y adoración a Dios, dirigido por el Pastor Evangelista Uzziel Joaquín, las oraciones y alabanzas iban impregnadas de agradecimiento al altísimo Dios por la mediación de su hijo Jesucristo, entretanto el coro de Honduras y la Iglesia presente, magnificaban y glorificaban a Dios.

Al término del culto de alabanza y adoración a Dios, El D.E. Dámaso Pelayo Soltero, ministro en turno de la Iglesia de Sambulá, en Mérida, dirigió las palabras de bienvenida al Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García, en representación de todos los hijos de Dios en Yucatán.

Posteriormente el Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García, expresó, “La Paz del Señor sea con Ustedes, hermoso Coro de Honduras, Dios les pague, hermanos de Yucatán, démosle la honra y la gloria a nuestro Dios”, luego doblando sus rodillas elevó una oración de adoración y reconocimiento a Dios, juntamente con la Iglesia presente”.

Al término de la oración de adoración a Dios, el Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García, dijo; “¡Heme aquí! He sido enviado por Dios para vuestro servicio, para vuestro amparo, para vuestro consuelo, bendito sea el nombre de Dios, hermanos de la península de Yucatán, me deleito en grande manera porque me habéis recibido como a un Ángel de Dios, como al mismo Cristo…su hermano se regocija en el señor, para estrecharlos en el amor de Dios, no os dejó solos, Cristo sigue al frente de esta Iglesia”.

En sus palabras iniciales el Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García, también destacó que ha sido acompañado por un grupo de ministros, así como por el hermoso Coro de Honduras, corazón de la Iglesia. Quienes lloraron por las dificultades que el Señor quiso que pasaran, siguió diciendo, “Iglesia del Señor, Dios me ha enviado para consolarte, me envió para enjugar tus lágrimas, me puso para defensa tuya, para fortaleza vuestra, y Dios en su misericordia os cubrió también a vosotros con su hermoso manto de la Elección, a vosotros os digo, les amo en el Señor, carísimos, gozo y bella corona mía”.

Su disertación la enfocó en el tema acerca de “la Autoridad Apostólica”, destacando las palabras que Dios pone en su corazón, que son con el propósito de fortalecer la fe, y animar a la Iglesia del Señor, y la autoridad que Dios le ha dado, es para salvación y vida eterna de los hijos de Dios.

En su comparecía apostólica agregó; “Para que haya un pueblo de Dios, debe de haber un elegido de Dios que ponga al frente de su pueblo…nunca se ha visto que el pueblo, la Iglesia de Dios, camine sin un hombre que el mismo Dios ponga, no que el hombre ponga, no… en la Iglesia de Cristo es Dios que se manifiesta… es Dios el que mueve los corazones y en un abrir y cerrar de ojos, transformó aquella hermosa fe, haciendo que aquel grito de dolor se convirtiese en un segundo, en un grito de alegría, de gozo y de júbilo”, destacó.

Luego haciendo uso de la autoridad Apostólica, elevó una oración al altísimo Dios, por la mediación de su hijo Jesucristo, una oración de poder, de amor, entretanto oraba dijo; “Con la facultad que Dios me ha dado y me ha enviado a vosotros, oro delante del creador, Señor permite que vuelvan a reconciliarse contigo y sientan que tú eres el que me has puesto, con esa facultad Señor vengo a decirte, bendice a tu pueblo, disculpa sus ofensas y permite que vuelvan a reconciliarse contigo, que tú me has puesto para guiarlos para vida eterna”.

Al término de la oración elevada a Dios, dijo; “Seguro se halla el aprisco, hermanos de Yucatán, no estáis solos, Dios me ha puesto para defensa, para seguridad… el hijo del hombre no ha venido a perder la almas de los hombres, sino vino para ganarlas, Iglesia de La Península de Yucatán, te invito a que levantemos nuestras manos y que hagamos una promesa al Señor, que anunciemos el Evangelio de Jesucristo, que daremos testimonio que en la tierra hay un varón de Dios, que en la tierra está la Iglesia de Cristo” dijo el Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García.

El evento concluyó con un himno de Elección Apostólica, entonado por el monumental coro de la Iglesia La Luz del Mundo Honduras, “Por la oración de un hombre Justo hoy tenemos la bendición de ser llamados hijos de nuestro Señor, somos la Iglesia que se encuentra por el mundo, enarbolando el Evangelio del amor”.

Al final de su presentación, el Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García, pasó a saludar a los fieles que se encontraban en el atrio del templo, a los oyentes, luego les deseó bendiciones y parabienes a los niños simiente Santa del Pueblo de Dios, viviendo cada uno este encuentro en un ambiente de paz, fe y fervor Cristiano.