Fue un 12 de julio del año 1900 que María Magdalena Meza Hernández alegró con su nacimiento a una familia en el municipio de Sinuapa, departamento de Ocotepeque al occidente de Honduras, 119 años después la familia de cinco generaciones celebró un año más de vida de la mujer que sería la persona más longeva del mundo.
En un ambiente lleno de júbilo, familiares y amistades se unieron para celebrar el cumpleaños de doña Magdalena.
Su cabello hoy en día totalmente blanco, sus huesos ya no responden como en sus mejores épocas, sus líneas de expresión muy marcadas por el pasar de los años, y su cuerpo que se rindió ente el tiempo, pero en espíritu y esencia sigue siendo la misma y a sus 119 años, el amor de su familia es el principal razón de ser.
El amor de su familia
Elenita, como la llaman cariñosamente sus allegados, a sus 22 años se trasladó, junto a sus padres al departamento de Copán, en la comunidad de El Ajagual, en Cucuyagua.
En ese lugar conoció al amor de su vida, con quien se casó y procreó a sus cinco hijos, Daniel, Juana, Erlinda, Marcos y Margarita, quienes, junto a los nietos, son los que se encargan ahora de cuidar a la longeva mujer.
A pesar de su edad y los achaques normales, doña Elenita no se queda en cama, pues sus familiares aseguran que “le gusta agarrar la escoba y ponerse a barrer, pero a nosotros nos da miedo que se nos caiga, tenemos que estar pendientes de ella”, dijo Daniel, uno de sus hijos.
La ternura que inspira, la complementa con una actitud “inquieta”, así la caracterizan sus familiares, a esta cantante y cafetera asidua.
“Ella ya se enoja porque no la dejamos hacer algunas cosas, a veces quiere costurar y agarrar la aguja, pero tenemos miedo que se nos lastime, le gusta cantar y lo que más le gusta es el café a buena mañana”, dijo su vástago.
Registros oficiales
Según los registros de Gerontology Research Group, que es la entidad encargada de verificar a las personas más longevas en el mundo, afirman que la persona más longeva del mundo registrada corresponde a Kane Tanaka. Sin embargo, el documento de identidad de María Magdalena, apunta que podría ser la persona con más edad en el mundo alcanzando 119 años de edad ya que nació años antes que la Sra. Tanaka.
Los años pasan
Sus sentidos y salud están casi intactos, con frecuencia, al manifestar algún malestar, recurre como en sus viejos tiempos, a los recursos que la naturaleza ofrece para curar sus males y cuando quieren darle gato por libre, su ágil nariz la pone en alerta.
“No toma pastilla, le cayó la tos y pidió que le dieran limón. Cuando se le antoja, pide carne de gallina, pero india, no de granja y la reconoce muy bien por el olfato, lo tiene bien”, agregó.
La centenaria vive en su casa, con una persona a su cuidado, sus hijos la han querido llevar a sus casas, pero ella se niega, porque no le gusta andar de un lado a otro.