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El titular de la Secretaría de Salud, José Manuel Matheu y la representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Honduras, Piedad Huerta, confirmaron este viernes el primer caso de viruela del mono en el país.
En ese sentido, mediante un video difundido en redes sociales, el doctor Matheu dijo que el caso del hombre fue confirmado mediante pruebas de laboratorio.
“Se ha confirmado el primer caso de viruela símica en Honduras. Respetando el derecho a la confidencialidad podemos informar que es un paciente masculino, menor de 50 años, residente en este Distrito Central”, detalló.
Actualmente el paciente no presenta síntomas fuertes, se encuentra aislado y bajo atención médica.
“Él se encuentra en buen estado general y los contactos del mismo están asintomáticos en buen estado general y también han sido aislados”, informó.
De igual formas las personas que tuvieron contacto con él en los últimos días están aislados y bajo observación médica.
De su lado, la representante de la OPS/OMS en Honduras, Piedad Huerta reiteró a las autoridades sanitarias la disposición del ente que ella representa en participar, acompañar y apoyar técnicamente en todo lo requerido en esta nueva emergencia mundial.
Enfatizó que acompañan la vigilancia epidemiológica, capacitación laboratorial y la gestión la vacunas para Honduras.
Huerta recordó que esta enfermedad ha existido hace mucho tiempo en países africanos.
De momento el país no cuenta ni con vacunas ni tratamientos para contrarrestar los síntomas de esta enfermedad.
Sin embargo, el coordinador interino de las enfermedades crónicas, trasmisibles y no trasmisibles de Salud, Aron Bueso, informó que en septiembre llegaran 5,600 antídotos al país.
Cerca de 28,000 casos han sido confirmados en todo el mundo y ya se han producido las primeras muertes.
La viruela del mono ya era conocida desde hace varias décadas en una decena de países africanos. Pero la actual epidemia presenta numerosas particularidades, empezando por el perfil de los enfermos.
Se trata principalmente de hombres adultos que mantienen relaciones homosexuales, en contraste con lo que sucede en África, donde la enfermedad afecta principalmente a los niños