Recomendaciones para evitar errores frecuentes al saltar la cuerda

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Al saltar la cuerda, realizas un entrenamiento rápido, eficiente y rentable donde necesitas solo un equipo. Cualquier ambiente es apto para que lo ejecutes y fortalezcas tu coordinación, y tonifiques tus hombros, las piernas y, sobre todo, el músculo cardiaco. Es posible que cometas errores frecuentes al saltar la cuerda si das por sentado cómo se desarrolla el movimiento, ya que es muy sencillo y puede condicionar alguna equivocación.

De cualquier manera, lo esencial es que tengas cuidado con los detalles porque serán ellos los que te ayuden a evitar cualquier problema. Primero debes saber que es necesario que controles la extensión de tu cuerda. Esto se convertirá en un elemento importante a tener en cuenta debido a que su longitud debe estar relacionada a tu altura; mientras más alto seas, más extendida debes utilizarla.

Inclusive, te conviene conocer los tipos de cuerdas que existen en el mercado para entrenar. Cada una tiene sus características adaptadas a una necesidad en particular. Más adelante, vas a poder profundizar en este tema para que identifiques los errores frecuentes al saltar la cuerda y como ella ejerce influencia en el entrenamiento.

8 errores frecuentes al saltar la cuerda

En este caso, el error hace referencia a una acción o un movimiento que no realizas de manera correcta. Por ello, aunque sea sencillo saltar la cuerda, exige que cumplas muy bien la técnica del salto y, así, evitar fallos como los que verás a continuación:

1. Altura extra en los saltos

La mejor forma de trabajar tu resistencia y elevar tu velocidad es que tus pies se impulsen unos centímetros con respecto al suelo, no es necesario que intentes elevarte al máximo tratando de alcanzar un punto alto. Es importante que lo realices con comodidad y adaptado a las características de tu cuerpo.

2. Ritmo asimétrico

El objetivo es que saltes en el momento exacto estableciendo un ritmo que puedas sostener para los giros que realizas con las manos y para los saltos. Puedes identificar el error si, por ejemplo, tus pies tocan regularmente la cuerda al saltar, con lo cual tus pies y brazos no están yendo al mismo tiempo. Cuando logres dominar el movimiento, podrás subir la velocidad poco a poco.

3. Postura y agarre

Puede sucederte que encorves la espalda y agaches la cabeza para que pase la cuerda, pero esos son movimientos que debes evitar y corregir. Tienes que conservar una postura recta para que disminuyas el riesgo de padecer lesiones en la espalda, también facilitas una respiración justa y te ayuda a realizar más saltos sin parar.

4. Escoges el largo incorrecto

Para que definas el largo correcto que debe tener la cuerda es aconsejable que te pares con un pie en la parte media de la cuerda y levantes los extremos hacia un lado hasta que lleguen a la altura de tu hombro. Esa es la medida ideal, hasta tu hombro, ni más allá ni a menos altura del mismo.

Recuerda que no todas las cuerdas tienen las mismas medidas y, por eso, debes adaptarla a la tuya. Una cuerda muy larga puede enredarte en cada movimiento y si está corta, puedes golpear tu cabeza en cada vuelta hasta ocasionar un accidente.

5. Separación excesiva de los brazos

Lo esencial es que mantengas los codos cerrados y concentres los movimientos en tus muñecas. Debes mantener los brazos cerca del cuerpo, ya que de lo contrario comienzas a acortar el largo de tu cuerda y será más difícil que realices los saltos.

6. Poca firmeza al tomar la cuerda

Las cuerdas en cada punta tiene el asa para que la tomes, pero puede ser común que por descuido lo hagas muy desde lo extremos, sin la contundencia necesaria para que tus muñecas se esfuercen de más. Rodea cada extremo con todos tus dedos para envolverlas por completo con tus manos y, así, lograr un agarre deseado.

7. Mirada hacia el suelo

Si mientras saltas la cuerda, tienes la mirada hacia abajo tratando de vigilar cada movimiento, lo más seguro es que descuides la técnica del salto por estar atento a cada detalle. En este caso, puedes ser propenso a cometer cualquier error.

Lo mejor es que siempre orientes tu visión al frente. No es necesario que vigiles con la mirada tus manos, brazos, pies o hasta la cuerda; ello añade elementos innecesarios para que estés concentrado.

8. Rigidez al saltar

La rutina debes ejecutarla con la mayor soltura posible. Luego que aprendas el patrón principal del movimiento, lo más seguro es que comiences a realizarlo con fluidez y amortiguando la caída desde las caderas.

Si al saltar mantienes tu cuerpo rígido, es decir, te resistes a hacerlo con naturalidad, ya sea por falta de práctica o miedo a fallar, esto te va a hacer perder tiempo y ello es lo que debes evitar.

Ten presente que el movimiento que hace girar la cuerda nace desde las muñecas. Tus codos deben permanecer flexionados cerca de los costados de tu cuerpo mientras saltas. Los antebrazos y los hombros tampoco son el generador, solo complementan la tarea principal de tus muñecas.

Tampoco debes aterrizar en el suelo con la planta del pie, sino solo sobre la punta de ellos. De lo contrario, puedes ocasionar daños en las rodillas. Tu propósito es mantener flexionadas las rodillas, evitar su rigidez y cualquier tipo de lesión.

Finalmente, te aconsejamos que mantengas una buena postura al practicar y, así, esquivar los errores frecuentes al saltar la cuerda. Cuando va transcurriendo el tiempo del ejercicio, puedes comenzar a encorvarte hacia el frente.

Encovarte es una respuesta normal, pero es importante que  intentes mantener la espalda bien erguida. Imagina que con cada salto empujas en el suelo con tus pies mientras la cabeza sube hacia el techo como si un hilo jalara de ella; esto es una elongación axial y te ayudará. Mejorconsalud

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