Putin asume quinto mandato en Rusia mientras se acerca a los zares
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Vladímir Putin se ha acercado un paso más a las figuras de los zares rusos al tomar posesión como presidente por quinta vez, en una ceremonia que evocó la pompa y el esplendor de la Rusia imperial. Sin embargo, el futuro político tanto de Putin como de su país está íntimamente ligado al desenlace de la actual guerra en Ucrania.
Con la mano sobre la Constitución, Putin juró proteger la soberanía y la integridad del Estado, reafirmando así su compromiso con el pueblo ruso. La ceremonia, que tuvo lugar en el Gran Palacio del Kremlin, contó con la presencia de líderes internacionales, aunque la mayoría declinó la invitación en protesta por la controvertida victoria electoral de Putin, ocurrida en un contexto marcado por la muerte del líder opositor Alexéi Navalni.
La investidura se desarrolló en un ambiente que evocaba la majestuosidad de la Rusia zarista, con Putin siendo escoltado por dignatarios y recibiendo una cruz de oro como símbolo presidencial. Posteriormente, fue bendecido en la Catedral de la Anunciación del Kremlin por el patriarca ortodoxo, Kiril, quien lo describió como un líder elegido por Dios para servir al pueblo ruso.
La reelección de Putin en marzo, con un histórico 87 % de los votos, le permite permanecer en el poder hasta 2030. Si cumple este mandato completo, superará en duración a figuras icónicas de la historia rusa como Iósif Stalin y Catalina la Grande.
Aunque apenas hizo referencia al conflicto en Ucrania en su discurso, Putin extendió una mano de diálogo a Occidente, instando a buscar vías de cooperación y paz. Sin embargo, estas palabras se producen en medio de tensiones crecientes, con Rusia ordenando recientemente maniobras militares y retomando el desarrollo de misiles en respuesta a las amenazas de Estados Unidos.
El futuro de Rusia bajo el liderazgo de Putin permanece incierto, pero su última investidura refuerza su posición como una figura dominante en la política mundial y como un líder que se acerca cada vez más al legado de los zares rusos.
