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Fue una orden del más allá. Voces que le pedían a una mujer en Pennsylvania que tomara a sus hijos de 3 y 6 años, y los ahogara en la bañera para que así pudiera dedicarse solamente a criar al mayorcito de 7 y ser una mejor madre.
La semana pasada Laurel Michelle Schlemmer obedeció a esas voces, y logró matar al más pequeño, Luke, pero no pudo hacer lo mismo con Daniel, quien luego de permanecer varios minutos debajo del agua fue declarado con muerte cerebral. Sin embargo, este lunes se informó que el pequeño dejó de respirar el domingo, tras permanecer varios días conectado a un respirador artificial.
Daniel estaba en coma en un hospital de Pittsburgh desde el pasado martes. El niño quedó en esa condición luego de sufrir una insuficiencia de oxígeno al permanecer varios minutos debajo del agua, mientras su madre permanecía sentada sobre él y su hermanito, quien murió una hora después del incidente.
La madre de 40 años, quien confesó el crimen y fue dejada detenida sin derecho a fianza, ahora enfrenta varios cargos de asesinato, intento de asesinato y asalto agravado y poner en riesgo el bienestar de un menor.
La defensa de Schlemmer alega que la mujer oía voces que le decían que matando a sus dos hijos menores, lograría ser una mejor madre para el mayor. El día del crimen la mujer ya había llevada al de 7 años a la escuela.
Ella misma fue quien llamó al servicio de emergencia 911 y dijo que los niños se habían ahogado mientras jugaban en la bañera. Luego le confesó a la Policía, tras ser arrestada, que las voces le decían que “ellos estarán mejor en el paraíso”.