Para mantener una buena salud visual hay que evitar todos aquellos hábitos que conlleven un esfuerzo de la vista como no llevar la corrección óptica apropiada o el exceso o defecto de iluminación.
La mala alimentación por déficit vitamínico; una higiene inapropiada de la cara y de los ojos y el tocarse los párpados constantemente con las manos sucias, que pueden provocar infecciones; el tabaquismo, que reseca la lágrima; apretar o rascar los ojos cuando pican porque causa problemas de la córnea; no dormir lo suficiente, porque durante las horas de sueño la superficie ocular se recupera de las agresiones de todo el día y se produce una regeneración de las células epiteliales que revisten la cara anterior del ojo; no emplear gafas adecuadas que nos protejan de los rayos solares?
Los hábitos de vida influyen mucho en las patologías oculares, sobre todo, los factores relacionados con la alimentación y la falta de vitaminas. Además, los malos hábitos higiénicos aumentan la probabilidad de padecer conjuntivitis, la mala iluminación acelera la vista cansada y la fatiga ocular, el apretar muchos los ojos y tocarlos constantemente favorece el queratocono (enfermedad de la córnea), y también se presentan más enfermedades graves de la córnea por un uso inadecuado de las lentillas.