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El juicio por narcotráfico contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, podría llegar a su fin este miércoles con los argumentos finales tanto de la defensa como de la Fiscalía. Aún se desconoce si Hernández se sentará en la silla de los testigos para defenderse de los tres cargos que le presentó el Gobierno de EE.UU. en 2022.
El juicio ha sido marcado por la expectativa sobre si Hernández, quien fue presidente por dos términos entre 2014 y 2022, responderá a los señalamientos hechos por narcotraficantes que han cumplido condena o están libres a cambio de cooperar con las autoridades estadounidenses. Se le acusa de recibir dinero para su campaña a cambio de protección para el narcotráfico, entre otros delitos que ha negado.
En el décimo día del juicio, la defensa no logró sus objetivos, ya que el juez no aceptó retirar los cargos contra el exmandatario ni extendió el proceso. Tampoco se permitió la comparecencia de expertos en leyes electorales o en las leyes que el acusado firmó.
La jornada de hoy contó con la presentación del primer testigo de la defensa, el general de brigada Tulio Romero Palacios, quien fue desafiado por la Fiscalía durante su interrogatorio. El militar, amigo de infancia de Hernández, admitió su relación con la familia del expresidente, incluyendo su hermano, Tony Hernández, actualmente cumpliendo cadena perpetua por narcotráfico.
La Fiscalía también cuestionó los ascensos de Romero, sugiriendo que fueron resultado de su relación personal con Hernández. Además, se reveló que Romero y otro oficial viajaron a EE.UU. sin seguir los procedimientos establecidos, lo que constituye una violación en el ámbito militar.
El juicio ha sido seguido de cerca por la opinión pública hondureña y la comunidad internacional, y se espera que su desenlace tenga amplias repercusiones en el país.
