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La sala número 26 de la Corte del Distrito Sur de Nueva York está lista para el inicio del juicio contra el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien enfrenta cargos de narcotráfico y delitos conexos. Este proceso ha generado gran expectación tanto en Honduras como en la región, con líderes opositores y oficialistas siguiendo de cerca el desarrollo del caso.
En un ambiente digno de una película, hondureños residentes en Estados Unidos se han congregado en las afueras del tribunal, ansiosos por presenciar el inicio del juicio y la selección del jurado, que podría durar hasta dos días. Se espera que para el jueves se hayan elegido los 12 titulares y al menos 2 suplentes.
Este juicio, postergado en tres ocasiones, contará con la comparecencia de una decena de testigos de la Fiscalía, la mayoría relacionados con el narcotráfico y extraditados a Estados Unidos. Por su parte, la defensa podría presentar testigos hondureños, algunos de los cuales podrían declarar de forma remota debido a la falta de visado.
Aunque no está confirmada su comparecencia, se desconoce si Juan Orlando Hernández testificará en su propia defensa. Mientras tanto, su partido, el Nacional, ha tratado de desmarcarse de las acusaciones, afirmando que se juzga a Hernández y no a la institución política.
La familia del expresidente insiste en su inocencia, mientras su campaña mediática promete su retorno. Mientras tanto, la población hondureña enfrenta una serie de crisis, desde el desempleo hasta la inseguridad, lo que añade complejidad al contexto político en el país.
