La Casa Blanca amaneció con gigantes arañas, murciélagos colgando de las paredes y una alfombra naranja que sustituyó a la clásica alfombra roja para festejar por primera vez la tradicional fiesta de Halloween.
Donald Trump quien lució un clásico traje azul con corbata roja y Melania con un sencillo abrigo color camel de líneas rectas y unos zapatos color oscuro de Manolo Blanick, fueron los anfitriones.
El matrimonio presidencial recibió a unos 6.000 niños y adultos para celebrar Halloween, quienes conversaron y repartieron dulces a sus invitados, entre ellos niños de más de 20 escuelas en el Distrito de Columbia, Maryland y Virginia.
Dinosaurios, atletas, pasando por princesas y unicornios. Todos pasearon por los jardines de la Casa Blanca, después de que el matrimonio les diera pequeñas bolsas individuales que contenían M & M presidenciales, una galleta casera y otros dulces.