Entrevista a el DT de Mexico

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El fútbol siempre da revancha. O eso reza, al menos, uno de los axiomas más antiguos del deporte rey. Miguel Ángel Herrera, actual seleccionador mexicano, puede dar cuenta de ello. Hace 20 años, el Piojo era desafectado a último momento del Tri que se preparaba para viajar a disputar la Copa Mundial de la FIFA™ en Estados Unidos.

Hoy la historia es absolutamente distinta. En el último minuto también, previo a los duelos de repesca contra Nueva Zelanda, la Federación Mexicana de Fútbol convocó al ahora ex entrenador del América para hacerse cargo de un equipo a la deriva. La contundente victoria en esa instancia, y sus pergaminos en el fútbol local, hicieron que este ex defensor del Tri pueda disputar la Copa Mundial de la FIFA, aunque sea desde el banquillo.

De esa paradoja particular, de su reunión con Carlos Vela y su manera de vivir el fútbol nos habló en una entrevista exclusiva que compartimos a continuación.

Miguel, lleva ya seis meses en el cargo de seleccionador de México. ¿Qué es lo mejor y qué es lo peor de ocupar esa silla?
Estar en este lugar es lo máximo a lo que puedo aspirar como técnico, mi top. Eso es lo mejor, sin dudas. Lo peor es que todo el mundo te critica, todo el mundo cree saber más que tú, todo el mundo dice ser mejor que tú. Pero bueno, forma parte de ocupar esta silla. Es donde más críticas recibes.

No debe ser fácil convivir con la crítica, sobre todo siendo tan sanguíneo como usted…
Sí, soy muy frontal, muy directo. No alcanzo a pensar o a respirar bien las cosas y digo lo que siento. Es parte de lo que me ha tenido en el ojo del huracán en todos lados donde estuve. Afortunadamente me ha ido muy bien en la cancha, pero debería ser un poco más pensante. De repente respirar tranquilo para poder pensar un poco más la respuesta que tengo que dar y no contestar de refilón. Son cosas que vamos aprendiendo.

Como jugador le tocó perderse la Copa Mundial de la FIFA 1994 en el último minuto, y ahora la vida lo pone en la misma circunstancia… pero dentro. ¿Lo pensó?
Así es. Me tocó estar toda una eliminatoria como jugador y en la última convocatoria me dijeron que estaba en la lista… pero de los que se quedaban en México. No me llevaron (ndr: Miguel Mejía Barón era el entrenador, año 1994). Fue muy doloroso. Ahora de repente soy yo el que va al Mundial sobre la hora, y me pone contento por lo que he logrado como técnico. Pero ahora ya está, ya clasificamos y hay que ir a buscar resultados en el Mundial. No sólo pienso en este proceso nomás… quiero el siguiente también.

Nos gustaría hablar de la negativa de Carlos Vela a jugar con el Tri. Para alguien que no sigue tanto al equipo, ¿cómo explicaría el peso de este jugador? ¿Vela es a México lo que quién a otro equipo?
No, no podría ponerlo en esos términos. En estos días alguno dijo una tontería grande… compararlo con Messi o Cristiano Ronaldo. Pero no, en México todavía no tenemos ese tipo de jugadores. Carlos es un muy buen jugador, de extraordinario presente, pero tendrá sus ideas de por qué no quiere estar. México no va a ser menos sin él, al contrario: va a ser más, porque los que estén estarán comprometidos.

Teniendo en cuenta su historia personal en 1994, ¿le cuesta más entender su postura?
¡Mucho más! Yo sufrí mucho por no haber ido al Mundial. Me maté por estar ahí, y en el último corte me dejaron afuera. Quedé shockeado y hoy volví a quedar igual cuando estuve con él y me dijo que no, no y no. Que en su cabeza no está, que no nos va a servir porque no está concentrado para estar y que mejor llamar a otro jugador. Está claro, él no quiere estar.

Ya que hacemos nombres propios, ¿le preocupa la falta de actividad de Javier Hernández en Manchester United?
Me preocupa, quisiera que juegue más. Pero desafortunadamente nos damos cuenta de que no entra en el gusto del técnico actual (ndr: David Moyes). Esa es la realidad, tampoco podemos ocultar lo que se ve, lo que salta. Hubo muchos lesionados, suspendidos y ni así apareció como titular. Pero así y todo está respondiendo como siempre cada vez que entra: ya sean 10, 20 o incluso dos minutos. Las pelotas que tiene que luchar las corre, se mata. Tenemos claro cómo es él, cómo se entrena, la manera en que disputa las pelotas cuando le toca ingresar. Obviamente lo tenemos en la cabeza y se lo dije: tiraremos de a poco porque hoy desafortunadamente no es que su nivel de juego haya bajado, sino que la competencia le hace ir a menos si no tiene ritmo de partidos.

En México se habla bastante del puesto de portero. ¿Ya sabe a quiénes llevará a Brasil?
No te lo podría decir porque no lo sé yo. Tengo seis arqueros muy buenos: cinco en México y Memo (Ochoa) en Francia. Cuando nombre a los tres muchos dirán que estuve muy bien y atinado. Pero sobre los tres que deje afuera van a decir “¿por qué? Se equivocó”. Ahorita tengo a cuatro disputando tres puestos, y hay otros dos a los que conozco muy bien y sé lo que pueden dar. Si alguno de los primeros baja el nivel, estos entrarían en la pelea. Pero es el puesto que menos me preocupa. El arco estará bien cubierto.

Quisiéramos conocer sus ambiciones en Brasil. Sabemos que no le gusta hablar del famoso quinto partido, y que prefiere ilusionarse con la final pero, ¿está México en reales condiciones de aspirar a ese lugar?
La historia no nos ayuda para solidificar nuestras palabras. Lo que he dicho es que si no vengo a un Mundial pensando en ser campeón, pues entonces vengo de comparsa o acompañamiento. Y México no está para eso. Estamos para ilusionarnos con buscar ser campeones del mundo. Contamos con buena infraestructura, buenos jugadores, ¿por qué no pensarlo? Obvio, toda la historia nos da para pensar en el quinto partido y después, si pasamos, la gente ya será feliz con lo que siga. Pero ese es el estandarte que me pone la Federación: vamos a llegar a cuartos y después, a ver quién nos para. Lo hemos logrado una sola vez en la historia y ahora queremos repetirlo. Sería extraordinario.

Quedan poco menos de 100 días para el inicio del torneo. ¿Le genera Brasil algo especial como anfitrión?
Estar a cien días de un mundial es vivir intenso, pues pasan rapidísimo y más cuando esperas que algo sensacional pase en tu vida. Y jugar un Mundial en Brasil es remontarte a la historia: al Maracaná, los años 50, saber que fue un torneo épico en ese momento. Y vivir donde la fiesta del futbol es impresionante, claro, pues hay grandes jugadores talentosos en este país. Va a ser sensacional y México va a hacer un Mundial diferente sin duda alguna. ¿Por qué no escoger Brasil, como algún día Brasil eligió México, para hacer historia?

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