El Gobierno teme que la extradición sea utilizada como «arma política», justifica canciller Enrique Reina
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El canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, defendió la decisión del gobierno de denunciar el Tratado de Extradición con Estados Unidos, argumentando que existe un peligro de que la extradición sea utilizada como una «arma política».
Según Reina, el gobierno de Xiomara Castro está decidido a proteger la soberanía nacional y evitar que la extradición se convierta en una herramienta para desestabilizar el país.
El canciller subrayó que la presidenta Xiomara de Zelaya «no va a permitir» que se intente «conspirar» dentro de las Fuerzas Armadas, sugiriendo que las recientes declaraciones de la embajadora estadounidense Laura Dogu no fueron «inocentes» y obedecen a una «visión» particular que podría poner en riesgo la estabilidad institucional de Honduras.
Reina recordó que el golpe de Estado en 2009 fue un evento que retrocedió al país «30, 40 años atrás», señalando que el gobierno actual está comprometido en evitar que las Fuerzas Armadas sean manipuladas durante el próximo proceso electoral.
“No se va a permitir que se dividan las Fuerzas Armadas, que se busque conspirar en las Fuerzas Armadas”, enfatizó.
El canciller también destacó que, a pesar de las preocupaciones sobre la extradición, el gobierno sigue comprometido en la lucha contra el narcotráfico y en mantener la cooperación con Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.
Sin embargo, expresó su sorpresa por lo que calificó como un ataque injustificado contra el ministro de Defensa y el jefe de las Fuerzas Armadas, cuestionando las intenciones detrás de las críticas que surgieron tras una reciente visita de estos funcionarios.
Reina negó rotundamente que existan solicitudes de extradición dirigidas a líderes políticos del partido Libre, calificando tales afirmaciones como «falsas». No obstante, admitió que el gobierno teme que Estados Unidos pueda solicitar la extradición de algún miembro de la familia Zelaya por razones políticas.
El canciller afirmó que Honduras ha sido diligente en los procesos de extradición, citando el caso reciente de Mario José Cálix, conocido como «Cubeta», y aclaró que no han recibido otras solicitudes por parte de Estados Unidos.
Finalmente, Reina reiteró su lealtad a la presidenta Xiomara Castro y al expresidente Manuel Zelaya, con quienes ha trabajado por más de 20 años. Rechazó las acusaciones de corrupción y narcotráfico que circulan en redes sociales y denunció los llamados a una «sucesión inconstitucional».
Advirtió que la intervención extranjera no es una amenaza «irreal» y que el gobierno está firmemente decidido a defender la soberanía y la democracia en Honduras.
