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En una cumbre virtual de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, arremetió contra el Vaticano, acusándolo de formar parte del “conglomerado del fascismo” y de haber sido “cómplice de los nazis”.
Ortega lanzó estas acusaciones en medio de la creciente tensión entre su gobierno y la Iglesia católica, destacando que el Vaticano actúa como un “instrumento más” en la lucha por el dominio global. “El Vaticano es parte del conglomerado del fascismo que busca dominar el mundo con nuevas modalidades”, aseguró Ortega, sin proporcionar pruebas concretas de sus afirmaciones.
La crítica del mandatario nicaragüense surge poco después de que el papa Francisco animara al pueblo de Nicaragua a renovar su esperanza en Jesucristo, a pesar de las tensas relaciones con el gobierno de Ortega. El pontífice argentino, en su mensaje del Ángelus dominical, instó a los nicaragüenses a encontrar fortaleza en su fe y a recibir la protección de la Virgen Inmaculada.
Las relaciones entre el gobierno de Ortega y la Iglesia católica han sido extremadamente tensas desde abril de 2018, cuando estalló una crisis social y política en Nicaragua. Desde entonces, se han producido expulsiones y encarcelamientos de sacerdotes, así como la disolución de la Compañía de Jesús en el país en agosto de 2023.
El régimen de Ortega ha enfrentado críticas internacionales, y la Iglesia ha sido una voz destacada en la denuncia de la represión. En respuesta a la crisis, el Vaticano ha intervenido en la liberación y destierro de clérigos detenidos en Nicaragua.
Nicaragua sigue sumida en una crisis política desde las controvertidas elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato. La situación continúa siendo un tema de preocupación global, reflejado en las recientes declaraciones del papa Francisco sobre la necesidad de diálogo y respeto a los derechos humanos.
